El Real Zaragoza ha vuelto a los entrenamientos este miércoles tras la derrota en A Malata con novedades en la Ciudad Deportiva. La principal ha sido el regreso de Quentin Lecoeuche a la sesión junto con el resto de sus compañeros, después de una charla que ha rondado los 20 minutos. Habrá que ver cómo se encuentra para resolver el problema generado en el lateral y si puede estar ya en La Romareda ante el Mirandés.
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Los jugadores del Real Zaragoza han llegado en el entorno de las 9.40 y al interior de las instalaciones de la carretera de Valencia. Futbolistas como Bakis o Germán Valera se han dejado ver entonces atravesando la valla de acceso a la Ciudad Deportiva. En el entorno de las 10.30 horas ha sido cuando estaba fijado oficialmente el entrenamiento, pero ha llevado retraso por una charla tras esa primera derrota. De hecho, no ha sido hasta cerca de las 10.50 cuando se ha disuelto el círculo sobre el césped.
A pesar de que ha sido una conversación considerablemente larga, desde el club se le ha querido dar cierta normalidad. Hablar en grupo es algo que se suele hacer al comienzo de la semana independientemente del resultado. Eso sí, lo que está claro es que, en esta ocasión, ha conllevado un retraso de cierta importancia en la sesión de entrenamiento. Había que hablar tras la derrota y así se ha hecho en el Real Zaragoza.
Y esta sesión ha estado marcada, además, por la vuelta de Quentin Lecoeuche junto al resto del grupo. Se acerca una semana complicada y todavía se desconoce en qué condiciones se encuentra el lateral francés, pero estar entrenando ya es buena señal. El lateral izquierdo, donde las soluciones únicamente han pasado por poner a Gámez y a Borge fuera de su posición, estaba generando un problema importante. Y recuperar a Lecoeuche sería un alivio para Escribá.
Precisamente Carlos Nieto ha sido otro de los que han estado presentes en la Ciudad Deportiva, aunque fuera del grupo, lógicamente. El futbolista ya ha iniciado su particular puesta a punto, y ha sido en el entorno de las 11.15 de la mañana cuando ha abandonado las instalaciones. Su recuperación va a ser larga y, en principio, quedará fuera del terreno de juego en torno a cinco meses. De hecho, el jugador del Real Zaragoza todavía ni siquiera puede conducir su coche.
Fran Escribá ha vuelto a echar mano de los jugadores del filial. En esta ocasión, Juan Sebastián, Borge y Vaquero han subido con el primer equipo para completar la sesión. El Real Zaragoza tiene ya la vista puesta en el partido frente al Mirandés, donde quiere reencontrarse con la victoria. Solo así se podrá acallar el pesado runrún generado tras el mal partido en A Malata y, sobre todo, se garantizará una jornada más de liderato.