Celebración del gol del Mirandés en La Romareda
El Real Zaragoza cayó ante el Mirandés y suma su segunda derrota. Foto: LaLiga

Peleó, luchó y lo dio todo y más el Real Zaragoza y una afición de diez y de once. Pero no por ello consiguió rascar premio un cuadro aragonés que tuvo que hacer frente a las circunstancias. Un gol de Jair en propia meta puso el 0-1 definitivo cuando corría el minuto 87 de juego. Los maños se encontraron con uno menos desde el final de la primera parte tras la expulsión de Enrich y el partido, bronco como pocos, terminó con la victoria del Mirandés en La Romareda. No hay tiempo para lamentaciones, porque hay que recuperar la senda del triunfo.

Sorprendía Escribá con la alineación blanquilla. Cristian en portería con una línea de cuatro compuesta por Borge en la derecha, Francés y Jair en el eje de la zaga y Lecoeuche volvía a jugar en la izquierda. Jaume Grau y Toni Moya se colocaban en el doble pivote con Germán Valera y Maikel Mesa de interiores. Arriba, primera titularidad de Sergi Enrich junto a Iván Azón. El aragonés Pablo Tomeo o Carlos Martín, que sonó en verano para la capital aragonesa, eran los más destacados del Mirandés.

Ambientazo de bienvenida, himno y palmas para recibir a los maños que necesitaban su triunfo en La Romareda. Y por ello quería llevar la iniciativa desde el minuto 1. Dominio por cierto infructuoso. Apenas era reseñable una jugada en el minuto 6, cuando Azón conseguía sacar una amarilla para el central Barcia, aunque la falta se estrellaba en la barrera. Sí que hubo una más clara. Se cumplían los diez minutos de juego y Valera ponía un pase perfecto para que el 9 solo empujase, pero tras la estirada no conseguía enganchar la pelota.

Las jugadas de peligro solían llevar el sello de Valera, que lo intentaba por banda derecha con más acierto que los delanteros, todavía sin enganchar uno de sus pases de la muerte. El Mirandés no conseguía generar peligro serio, aunque sí provocaban una amarilla para Jair que podía condicionar la zaga maña. Y mientras, el Real Zaragoza quería sacar partido de algún riesgo innecesario. Había más tanteo por parte de los visitantes, pero eso no quitaba para que Gabriel Martínez estuviese a punto de ver puerta tras rematar solo en el área. La jugada, por cierto, era igual a la que costó la derrota en Ferrol.

Carlos Martínez se quedaba cerca de ver puerta en el 34 tras una gran jugada del Mirandés que dejaba mosca a más de uno. Y otra más en el 35, lo que motivó la primera sinfonía de viento de una Romareda quería más chicha. Aprovechaba la coyuntura, además, para dedicarle una más fuerte al colegiado, que pasaba por alto una falta sobre Enrich. Protagonista sería Enrich nuevamente. En una jugada donde le mete los tacos en la cabeza a un rival, el árbitro vio clara la roja. No intervino el VAR y el cuadro aragonés se quedaba con uno menos al filo del descanso.

Pudo ser roja. También amarilla, porque Gabri se encontraba poniéndose en pie en ese preciso instante. Pero la expulsión tampoco se pudo calificar de injusta. Aún así, Galech Azpeteguía no llevaba bien el encuentro, porque todos acabaron hartos. Nada nuevo sobre el césped de La Romareda. Capítulo aparte merece también un partido soporífero, en el que el Real Zaragoza trataría de hacer la heroica para sumar tres puntos que se antojaban difíciles, pero no imposibles.

SEGUNDA MITAD CON FINAL DRAMÁTICO

El Real Zaragoza salió así, a ganar con uno menos. Lo demostró Azón nada más comenzar el segundo asalto, con un remate al larguero que animó a La Romareda para que supliese la baja de Enrich. La labor del cuadro de Fran Escribá era de resistencia primero para tratar de hacer soñar arriba. Por cierto, el enfado del Municipal impresionaba ante un colegiado impasible. Mientras, Carlos Martín seguía a lo suyo, y volvió a dar un susto por banda izquierda con un disparo que se marchaba rozando el palo.

Azón y Toni Moya dejaban su sitio a Manu Vallejo y a Marc Aguado. Sin tiempo para mucho más, Lecoeuche parecía que se resentía y debía dejar su sitio a Mouriño para que pasase Francés al lateral derecho. Además, Germán Valera se iba al banquillo y Mollejo sumaba minutos. Las más claras eran para el Mirandés, con un par de disparos dentro del área y una defensa se zafaba como podía. Los centros se sucedían, el corazón estaba un puño y llegó la desgracia en el 87.

Diego Moreno recibía un pase filtrado entre líneas para poner el centro y que fuese Jair quien se marcase el gol en propia. Jarro de agua fría en la cálida tarde noche zaragocista, donde la afición moría por su equipo. Manu Vallejo tuvo el empate en una jugada de pillo que no salió. A partir de entonces, pérdida de tiempo, broca monumental y un Real Zaragoza al que no le salieron las cosas. El partido fue muy feo y terminó con el Mirandés ahondando en el bache del cuadro de Fran Escribá. No hay tiempo para encender ninguna alarma porque el equipo quiere tomarse una reválida este jueves en Andorra.

FICHA TÉCNICA

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Borge, Francés, Jair, Lecoeuche (Mouriño, 72′); Toni Moya (Marc Aguado, 69′), Jaume Grau, Maikel Mesa (Bermejo, 90+1′), Valera (Mollejo, 72′); Azón (Manu Vallejo, 69) y Sergi Enrich.

C.D. Mirandés: López; Barbu, Barcía (Gómez, 68′), Juan María, Pablo Ramón; Reina (Sanz, 67′), Rubén (Moreno, 56′), Tomeo; Gabri Martínez (Durdov, 79′) y Carlos Martín.

Árbitro: Galech Apezteguía. Amonestó a Barcia (6′), Jair (17′), Rubén (44′), Mouriño (90+1′), Durdov (90+4′) y Pablo Ramón (90+5′). Expulsó a Sergi Enrich (45+2).

Goles: 0-1, Jair en propia puerta. (87′).

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