Si Cristian Álvarez pide hacer autocrítica, toca hacerla. Y el capitán del Real Zaragoza es exactamente lo que ha pedido después de sumar un punto de los últimos nueve disputados y dejar malas sensaciones sobre el terreno de juego. Los maños atraviesan un mal momento y la plantilla debe mirarse a sí misma para saber qué está sucediendo. Y sobre todo, para acabar con esta mala racha cuanto antes y vencer frente al Andorra.
Que sean los capitanes quienes salen a ejercer de portavoces del vestuario es indicativo de que hay fuegos que apagar y tranquilidad que transmitir. Cristian tras caer en Ferrol, Jair en sala de prensa y otra vez Cristian tras la primera derrota en casa quisieron lanzar un mensaje de calma en un clima de nervios. “Todos y cada uno de nosotros tenemos que hacer autocrítica y saber que podemos dar más”, señaló el arquero.
Recuperar el nivel del inicio de competición empieza “desde la autocrítica de todos”, y a raíz de ello, el equipo irá mejorando y subiendo el nivel. Y volviendo a la senda de la victoria. “Vamos a encontrar más pronto que tarde las victorias y vamos a estar arriba”, señaló el portero del Real Zaragoza . “Tenemos que saber que no hemos estado bien y crecer con tranquilidad. Es muy largo y conseguir algo tan grande como lo que tenemos entre ceja y ceja va a tener momentos malos. Ahí hay que estar más fuerte que nunca y sacarlo adelante, porque es ahí donde se ven los equipos”, declaró .
Es “una pena” estar en los últimos minutos “buscando el empate en la Romareda, en casa con 30.000 personas”. Pero fue un duelo “atípico por la expulsión”. Un gol en propia, un equipo que se llevó la victoria sin tirar a puerta, un Real Zaragoza que, en cualquier caso, apenas probó a su arquero un par de veces. Este tipo de partidos siempre han sido cuesta arriba para los maños, que pierden momentáneamente el liderato.
Esto es fútbol. Ascender no es un paseo, por mucho que sea la exigencia de todos los años en el Real Zaragoza. Y ahora, los maños deben recomponerse y levantar la cabeza. Borrón y cuenta nueva antes de visitar a un Andorra de altibajos. La oportunidad sigue vigente en un cuadro aragonés que, venciendo, dejaría atrás sus males. Eso sí, primero, como bien dice el capitán, autocrítica y corrección.