Azón pelea un balón en el Elche - Real Zaragoza
Dos zarpazos del Elche contra el Real Zaragoza dejan muy débil a Escribá. Foto: LaLiga

Qué paradoja para Fran Escribá que sea el Elche quien le haya dejado en la posición más débil desde que llegó al Real Zaragoza. Los del Martínez Valero, en dos zarpazos protagonizados por Tete Morente y Óscar Plano en el 61 y en el 64, sentenciaron un partido que merecieron ganar. Porque el cuadro aragonés hizo bastante poco para conseguir algo positivo y consuma así su racha de siete puntos de los últimos 30 disputados.

El cuadro aragonés proponía una vuelta a la alineación con Rebollo en portería y Jair y Francés como pareja de centrales. En los laterales, Borge y Lecoeuche. Más adelante, Francho con Jaume Grau, mientras Maikel Mesa se colocaba en el enganche. Arriba, Germán Valera y Manu Vallejo se colocaban en los extremos, mientras que Iván Azón ocupaba la punta de ataque. Por parte del Elche, los exzaragocistas Febas y Raúl Guti ponían las caras conocidas.

Arrancaba algo mejor el Elche, con un meticuloso juego que obligaba al Real Zaragoza a emplearse atrás. A los cinco minutos ya había llegado algún balón al área que había despejado Francés. Incluso, en el seis, pasaron apuros a costa de Mourad. Eso sí, la respuesta de Germán Valera, que se emborrachó de balón y no conectó con Azón. De la misma forma que no acertó al enganchar una falta lateral con cierto peligro. Relamiéndose se quedó Maikel Mesa en el despertar zaragocista del 16, cuando Manu Vallejo no acertó en el último pase.

Justo al contrario de lo sucedido en la siguiente jugada, porque Germán Valera se la colocó perfecta, dentro del área solo para fusilar, pero esta vez se marchó alto. Por A o por B, el Real Zaragoza no conseguía poner en apuros serios a Miguel San Román, algo de lo que también podía presumir Rebollo. Eso sí, la jugada la calcaron Nico Fernández y Mourad, pero esta vez sería Borge quien evitaría el tanto. Entretanto, amarilla para Lecoeuche por parar a un Febas imparable.

Le costó a partir de entonces a un Real Zaragoza sometido completamente al Elche. El mérito estaba atrás, con una defensa sólida que dejaba en balas de fogueo las locales. Rebollo blocó un par de balones mal rematados por los blanquiverdes, que sin peligro serio, avisaban constantemente a partir de ese minuto 25. Aunque no fue a puerta, en el 40, Óscar Plano remató fuera por poco. Y Tete Morente en el 41, con todo a favor, pero llevando casi fuera del Valero su disparo. Por no hablar de Gaspar, que al filo del descanso probó rozando el palo de la meta defendida por Rebollo. Hasta Guti se animó de lejos dando susto.

Lo cierto es que el Elche estaba sometiendo totalmente a un Real Zaragoza que necesitaba mostrar más identidad. Si los locales no se habían adelantado era porque Jair y Francés funcionaban. Francho también se salvó, pero poco más, y había que remediarlo. Las miradas se centraban en el banquillo, donde se ubicaba un Fran Escribá del que dependía dotar al cuadro aragonés de argumentos para la victoria. Por cierto, muy necesaria.

SEGUNDA PARTE DESASTROSA

Comenzaba sin cambios el segundo asalto, con un Mourad que pisaba a Francho de forma aparatosa y ponía el susto en el Real Zaragoza. Al que hubo que añadir una jugada embarullada que terminó en despeje y en alivio porque se marchó bien lejos. Salvó Francés sobre la bocina en el 52, cuando Óscar Plano preparaba la caña y el zapatazo en el área. No mejoraba todavía el cuadro aragonés, que necesitaba un replanteamiento si quería ganar un partido importante.

Y en estas, pasaría lo que no debía pasar. Porque en uno de esos automatismos, y con posible falta previa de Borge, el Elche recuperaba el balón, hilaba, y Tete Morente remataba el balón al fondo de la red. Minuto 62, precisamente cuando menos mal estaba el Real Zaragoza, para ponerse 1-0 y con la necesidad de remontar. Por si fuera poco, llegaría el segundo. Esta vez sería Morente quien cedería el balón a Óscar Plano, que remataba al fondo de la red para el 2-0.

Maikel Mesa y Valera eran los damnificados para evitar el desastre, con Enrich y Bermejo entrando para evitar el desastre. Pero era Francho quien probaba por primera vez a San Román, con un lanzamiento en el 69 que repelía sin mucha dificultad. Sí que lo hizo Bermejo en el 73, con una gran jugada de Manu Vallejo que el delantero estuvo a punto de enchufar, pero salvó el meta local. En común solo tenían el escaso susto que daban al Elche. Poca cosa para desesperación del zaragocismo desplazado y del que se quedaba en casa.

De ahí al final, el Elche se dedicó a mantener el resultado. La única nota positiva, que Cuenca pudo disfrutar de minutos. Por lo demás, no hubo oposición para la victoria de un conjunto local que se quedó en un 2-0 y pudo ser mayor. Porque el cuadro aragonés parecía que había olvidado su juego rescatable ante el Real Oviedo, pero no sus resultados que llevan a la angustia. Y porque las paradojas del fútbol llevan a que sea el equipo de su vida el que le deje a Fran Escribá más débil que nunca.

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