Se espera un auténtico ambientazo esta sábado a las 18.30 horas en La Romareda.

Los derbis entre Real Zaragoza y S.D. Huesca siempre tienen un sabor especial. En este caso, ya no es cuestión de rivalidad o de morbo, porque ambas escuadras necesitan imperiosamente salir del choque de este sábado a las 18.30 horas con una victoria. La Romareda se vestirá de gala para acoger un duelo entre dos necesitados. Por un lado, el Real Zaragoza llega con un partido ganado de los últimos diez choques ligueros y con más dudas que certezas tras caer en Copa ante el Atzeneta. La S.D. Huesca, por el otro, es el equipo menos goleador de la categoría con nueve dianas y su decimonoveno puesto y una rápida reacción son motivos de sobra para ir con todo.

Ninguna de las temporadas de ambos equipos son para enmarcar. El Real Zaragoza tiene razones suficientes para necesitar los tres puntos de este partido, pues solamente ha conseguido siete de los últimos 30 posibles. Números que contrastan, y mucho, con los primeros de la temporada, que ya parecen más una ilusión que una realidad. La eliminación en Copa del Rey ante el Atzeneta de Tercera RFEF planteó un escenario inimaginable en el que el equipo necesita recuperar la confianza cuanto antes, si es que el proyecto de ser uno de los equipos destinados a la zona alta sigue en pie.

Asimismo, este parece el filtro definitivo para Fran Escribá, quien si ya estaba señalado por la mala racha liguera, la eliminación en Copa lo dejó contra las cuerdas. Pese a que la S.D. Huesca esté en una dinámica todavía peor a los maños, el duelo no será sencillo y para mayor inri el míster no contará con todos sus hombres. A los lesionados Cristian, Bakis, Nieto y la ausencia de Francés por su convocatoria con la sub-21, se une la sanción de Mollejo, quien este viernes conoció las consecuencias de su celebración en el tercer gol ante el Cartagena. Eso sí, quizá pudiera ser la reaparición de un Fran Gámez que lleva entrenándose con el grupo desde el miércoles tras superar su lesión muscular.

Por otro lado, la S.D. Huesca no es que debiera ganar, es que lo necesita y lo ansía por encima de cualquier otra cosa. 13 puntos son los números del equipo altoaragonés en 15 jornadas en los que ha conseguido ganar dos partidos, empatar siete y caer seis. Números inferiores a los blanquillos que llevan seis triunfos, cuatro empates y cinco derrotas. De igual forma, marcar gol sigue siendo la asignatura pendiente de una S.D. Huesca que es el conjunto menos goleador de la Segunda División con nueve dianas. Las bajas serán menos numerosas pero muy sensibles para los oscenses. No tendrán ni a Kanté, convocado con la selección de Guinea Ecuatorial, ni a Rubén Pulido, operado este pasado miércoles de su rodilla.

No obstante, si hay un momento en el que los de Hidalgo pueden ser peligrosos para el Real Zaragoza es ahora. En el último choque, el cuadro oscense casi logra vencer a un peso pesado de la categoría como el Espanyol (1-1) y de hecho, lo merecieron. Además, en la jornada 14, la anterior, ganaron al Amorebieta a domicilio (0-1) demostrando saber sufrir y tener un gran sentimiento competitivo, factores más que fundamentales para un partido como este derbi en el que los nervios estarán a flor de piel.

Más allá de cualquier aspecto deportivo. Este derbi volverá a traer pasión a Aragón y a una Romareda que se prevé que gozará de una gran entrada. Las entradas para la zona visitante que sacó el club maño (339) ya se agotaron el jueves, y la afición zaragozana acudirá en masa a un fecha marcada en rojo en el calendario. La emoción, los motivos y la trascendencia del choque están puestos, solamente falta que el balón eche a rodar.

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