"Slowdriving": un viaje en el que el destino es disfrutar del camino

Parar, respirar y disfrutar de lo que te rodea cuando las prisas y el estrés se apoderan del día a día. Es la filosofía que persigue el conocido como movimiento “slow”, al que Aragón se ha querido sumar para dar a conocer algunos de sus paisajes más escondidos con nueve rutas turísticas de “slowdriving”.

“Slowdriving” es una forma de viajar en la que el turista es el protagonista absoluto de su experiencia. A través de una propuesta de recorridos por carreteras secundarias poco transitadas, el viajero elige cómo realizar las rutas, qué tiempo dedicar a cada una de ellas y las paradas que hacer a lo largo del recorrido para disfrutar de lo que encuentra a su paso.

En el caso de Aragón, las nueve rutas “slowdriving” que propone el Gobierno recorren comarcas a lo largo de las tres provincias, y se unen a las siete ya disponibles desde hace unos meses como experiencia para conocer la acogida de esta nueva forma de visitar la Comunidad.

En esa ocasión, las siete primeras rutas de “slowdriving” en Aragón intentaban recoger la esencia de la Comunidad, marcada por los fuertes contrastes en sus paisajes. Así, atravesaban lugares recónditos, por carreteras olvidadas de zonas como la Sierra de Albarracín, el Moncayo, o los castillos de las Cinco Villas y la Hoya de Huesca.

Pasados unos meses, el propio consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, destacó el éxito de la propuesta y el interés que había generado tanto “dentro de Aragón y España” como a nivel internacional, con usuarios de países como “Francia, Alemania o Italia”.

Una forma de viajar que sirve además para desestacionalizar la oferta y la demanda turística de la Comunidad, contribuyendo a mejorar la economía y a fijar población en las comarcas rurales. Todo ello además con un turismo calmado, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, alejado de las grandes aglomeraciones de público.

El Pirineo es uno de los protagonistas con rutas que combinan viajes por carretera y senderismo. Foto: “Slowdriving” Aragón

En cuanto al perfil de viajero que realiza este tipo de turismo en Aragón, el propio Soro reconoció en la presentación de las nuevas rutas que se trataba de un turista “muy variado”, ya que la propia esencia del “slowdriving” hace que cada público lo afronte de la manera que más le atraiga. Así, en las carreteras secundarias aragonesas pueden encontrarse moteros en solitario, grupos de amigos en autocaravanas o familias a bordo de un coche, escogiendo en cada caso su propia hoja de ruta.

Las nuevas rutas

Las nueve rutas que completan la primera oferta de “slowdriving” en Aragón siguen la esencia de las primeras rutas, ampliando la oferta hasta acumular más de 3.300 kilómetros de carreteras de todos los puntos de la Comunidad.

Una de las nuevas rutas lleva por título “Pirineo Salvaje”, y recorre la más abrupta montaña oscense de la comarca de la Ribagorza. 175 kilómetros en los que viajar a través de valles, congostos y ríos donde disfrutar de excepcionales estampas naturales, además del rico patrimonio cultural de una de las zonas donde se conservan mejores monumentos románicos de la época medieval.

Sin abandonar el Pirineo, “La Ronda de Ordesa” ofrece al viajero una ruta de más de 200 kilómetros por las comarcas del Sobrarbe y el Alto Gállego y los parques de Ordesa y Monteperdido y Posets-Maladeta. Un viaje a través de un rico patrimonio cultural en el que se recoge además un itinerario alternativo a pie, para conjuntar “slowdriving” y senderismo.

La ruta “Prepirineo Insólito” atraviesa de nuevo las comarcas del Sobrarbe y la Ribagorza para unir las localidades de Aínsa y Monzón en una ruta de casi 200 kilómetros. Durante el recorrido, los viajeros conocerán una muralla china, un templo budista y un castillo templario como ricos ejemplos del patrimonio cultural de la zona.

La ruta “Ebro, Goya y vestigios de la Guerra” atraviesa las ruinas del pueblo viejo de Belchite. Foto: “Slowdriving” Aragón

“Maravillas de Tena y el Serrablo” es la última de las nuevas rutas que atraviesa el Pirineo oscense. Se trata de un recorrido de casi 150 kilómetros entre las localidades de Lárrede y Búbal a través del cual conocer algunas de las iglesias con más historia del Álto Gállego.

La “Ruta del desierto y las cartujas” propone un cambio drástico con respecto a las anteriores rutas sin salir de la provincia de Huesca. A través del desierto de la comarca de Los Monegros, los viajeros podrán conocer los contrastes de una de las estepas más grandes de Europa, y los municipios que sobreviven en ella como Villanueva de Sijena o Sariñena.

La “Ruta del Ebro, Goya y vestigios de la guerra” sigue el cauce del Ebro para rememorar algunos de los episodios más relevantes de la historia reciente de Aragón. Durante más de 200 kilómetros, los turistas descubrirán las ruinas del pueblo viejo de Belchite tras la Guerra Civil, además de descubrir al Goya más aragonés en Fuendetodos o la rica biodiversidad del “Mar de Aragón” en Mequinenza.

El Moncayo cobra de nuevo protagonismo con la nueva “Ruta del agua y el mudéjar”, que une Alhama de Aragón con Calmarza a través de paisajes naturales modelados por los afloramientos de agua. Durante su recorrido, esta ruta atraviesa también el imponente Monasterio de Piedra.

La propuesta de “slowdriving” de Aragón amplía también su oferta en la provincia turolense con el itinerario “Rincones mágicos de Teruel”, que se inicia en el Bajo Aragón para finalizar en el Jiloca. Durante más de 240 kilómetros, el viajero experimentará la soledad de la despoblación turolense y de un pasado minero que cada vez parece más olvidado.

La ruta del agua y el mudéjar atraviesa el Monasterio de Piedra. Foto: “Slowdriving” Aragón

La última nueva ruta que propone el Gobierno de Aragón es “La Toscana aragonesa”. Bajo este nombre se conoce a la comarca del Matarraña, un lugar en el que la naturaleza más salvaje se mezcla con la historia y la tradición más arraigada hasta convertirse en uno de los territorios más característicos y reconocibles de la Comunidad.

Todas las nuevas rutas, además de las siete ya existentes desde el pasado mes de marzo, pueden consultarse a través de la página web de Slowdriving Aragón (http://www.slowdrivingaragon.com/). En ella pueden encontrarse diferentes recomendaciones para afrontar cada uno de los viajes, así como sugerencias de paradas y etapas en las que articular cada ruta.

Protagonista en Fitur

El interés del Gobierno de Aragón por promocionar esta nueva forma de turismo ha llevado a la Comunidad a convertir al “slowdriving” en uno de los principales protagonistas del stand de Aragón en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se ha celebrado recientemente en Madrid.

Durante toda la feria se dará a conocer el total de 17 rutas ya disponibles para recorrer Aragón, invitando a visitantes, promotores o simplemente curiosos a descubrir la Comunidad de una forma desconocida hasta ahora.

Se trata de un intento de introducir la tendencia “slow” en la forma de consumir cualquier tipo de producto turístico, no solo a la hora de viajar, sino también a la de comer. De este modo, el mismo stand de Aragón cuenta con una recreación de un bar típico del Tubo de Zaragoza, donde los visitantes de Fitur pueden relajarse y disfrutar sin prisas de la gastronomía aragonesa.