Atrás quedan los años en los que el Real Zaragoza era uno de los clubes protagonistas de las últimas horas de mercado. Aprovechar al máximo los periodos estivales e invernales marcados para realizar incorporaciones, incluso recurriendo al listado de futbolistas en paro, era una de sus señas de identidad. Eso sí, en muchas ocasiones era sinónimo tanto de emoción como de fracaso a la hora de confeccionar la plantilla.
Porque dejar los deberes para última hora siempre ha ido de la mano con ser un mal estudiante. Las dificultades emergían para los respectivos técnicos de cada año teniendo en cuenta que futbolistas llamados a ser importantes durante una campaña ni siquiera estaban en pretemporada con el resto de sus compañeros. Falta de engranaje, forma física diferente y, por tanto, empezar cada temporada con un déficit de preparación respecto a los clubes punteros de la categoría.
Pero eso, por suerte, se trata del pasado. Si algo va a ser recordado del presente mercado veraniego es la rapidez con la que se está moviendo el Real Zaragoza, quien a falta de todavía un mes para que arranque la competición liguera cuenta en su plantilla con prácticamente la totalidad de integrantes que serán dirigidos por Víctor Fernández en la que se espera, por fin, que sea la temporada del regreso a Primera División.
Cinco fichajes ya incorporados
Advertía el director deportivo del Real Zaragoza, Lalo Arantegui, de que la idea que llevaba junto a Víctor Fernández era la de incorporar a siete u ocho futbolistas para reforzar la plantilla. A mediados de julio ya son cinco los fichajes confirmados, seis si se tiene en cuenta la llegada y posterior cesión de Mingotes, y que viajarán a Boltaña con el resto de sus compañeros.
Hasta el momento, se ha reforzado la zaga con la llegada con la carta de libertad bajo el brazo de Carlos Vigaray, lateral derecho que ha militado las últimas campañas en el Deportivo Alavés, y también con “Pichu” Atienza, central del Club Deportivo Numancia muy del agrado de Víctor Fernández.
Vigaray considera que “hay buen grupo, buenos jugadores, buen míster y la afición va a apretar mucho”, por lo que insistía en su presentación como nuevo jugador del Real Zaragoza que se trata de “un gran proyecto para aspirar a subir a Primera”. Por su parte, Atienza admitía que su fichaje por el club maño es “el paso más importante” de su carrera y también el más exigente, sintiéndose preparado.
La medular hasta el momento ha quedado reforzada con la presencia de Bikoro, incorporado del Club Deportivo Teruel, aunque no se descarta una cesión en función de su rendimiento en pretemporada. El mediocentro defensivo tiene claro que jugar en La Romareda supone “presión”, aunque no siente temor por ello. Curioso es el dato de que la única vez que jugó en el Estadio Municipal fue con el Lorca, siendo expulsado en la segunda mitad.
La terna de incorporaciones la completan dos hombres de talante ofensivo. Empezando por Álex Blanco, una de las promesas más firmes de la cantera del Valencia. Llega cedido por un año, con opción de compra por parte del Real Zaragoza y también de recompra por parte de los levantinos. El extremo, veloz y habilidoso, no dudaba en augurar “un buen año” para un zaragocismo que necesita de estas dosis de optimismo para volver a creer tras una temporada aciaga.
Por último, Luis Suárez, hasta ahora la operación más complicada a la que se ha enfrentado la dirección deportiva este verano. El colombiano, que fue el mejor del Nástic la pasada campaña, calificaba como “una locura” dejar pasar la oportunidad de jugar en el Real Zaragoza y dejaba, quizás, la mejor frase del verano en su presentación: “Todo el que llegue sin la mentalidad de ascender ha venido para nada”.
Además, Lalo Arantegui trabaja a destajo para que los dos últimos fichajes previstos se puedan cerrar cuanto antes. Faltan un mediocentro polivalente, que pueda desempeñarse también como defensa central, y un delantero centro que se sume a Linares y Luis Suárez. Son Peru Nolaskoain y Raphael Dwamena los elegidos, respectivamente, para ambas posiciones. Pero no son pocas las dificultades debido a motivos económicos y el interés de otros equipos.
Operación salida, a medias
Si la operación llegada marcha por un buen camino en cuanto a tiempos, más dificultades se está encontrando el Real Zaragoza para dar salida a los jugadores con los que no cuenta. Sí tienen acomodo Raí y Mingotes, en el Ibiza y Cornellá respectivamente en calidad de cedidos. Tampoco regresarán ya nunca Perone o Alfaro, ni Benito, traspasado al Albacete.
Eso sí, las complicaciones llegan al hablar de los jugadores por los que Lalo Arantegui tenía previsto recibir contraprestación económica por sus traspasos. Son los casos señalados desde el primer momento, con total franqueza, de Jorge Pombo, Álex Muñoz y Diogo Verdasca, fuera de los planes de Víctor Fernández para esta campaña. Aunque no se les dará de lado y viajan a Boltaña con el resto de sus compañeros.
Por Pombo se espera, o se esperaba, ingresar en torno a 1,5 millones de euros, pero de momento ninguno de los intereses que ha podido despertar el jugador se han traducido en cifras que se acerquen a los citados emolumentos. Tampoco convencen los intereses que llegan desde ligas europeas por Diogo Verdasca. Y la temporada de Álex Muñoz no ha sido ni mucho menos atractiva como para facilitar su salida.
Caso especial es el de Alberto Soro, quien tiene pie y medio en convertirse en nuevo jugador del Real Madrid. Eso sí, la voluntad tanto del club maño como del propio futbolista es quedarse cedido una campaña en el Real Zaragoza, por lo que Víctor Fernández cuenta con él al 100%, pese a que la propiedad pase a ser del conjunto madridista.
