Hablar de Málaga es hablar de la Costa del Sol, del buen tiempo, de la playa, de un ambiente notable por sus calles. También es un lugar que, ya desde hace unos años, se ha convertido en una de las capitales más propicias para, siendo seguidor de Casademont Zaragoza, visitarla y emprender después el viaje de vuelta con una sonrisa de oreja a oreja, triunfo mediante. Si ya de por sí cuenta con grandes alicientes, este 2020 alberga un premio de oro, diamantes e incontables quilates.
Porque allí, en el pabellón Martín Carpena, se disputa la próxima edición de la Copa del Rey de baloncesto. Tendrá lugar entre el jueves 13 de febrero y el domingo 16, y todo está preparado para que los ocho participantes batan sus fuerzas y concedan al respetable su 100%, o más, en una de las competiciones más bonitas, brillantes y emocionantes del año en el panorama deportivo nacional. Todo gracias a su formato: quien pierda su partido, se marcha a casa. Quien lo gane, da un paso más hacia la gloria.
Los elegidos para esta cita, honor ganado en la pista, son Real Madrid, F.C. Barcelona, Casademont Zaragoza, Valencia Basket, Bilbao Basket, Iberostar Tenerife, Morabanc Andorra y, en condición de anfitrión, Unicaja de Málaga. Y el destino quiso que el sorteo, que se conoció hace varias semanas, deparara un primer enfrentamiento en cuartos de final entre zaragozanos y malagueños. El primer escollo importante para alcanzar la bendición eterna.
Un cuadro “asequible”
Hablar de enfrentamientos sencillos en el mundo del deporte es invitar a que te hundan el pecho rápidamente. Ninguno lo es y, viendo los cuadros, tampoco es el caso del Casademont Zaragoza. Eso sí, visto lo visto sí se puede decir que a los hombres de Porfirio Fisac les toca caminar por el lado del cuadro “más amable”, siempre entrecomillado porque en citas de esta envergadura nada se consigue sin derrochar todo tu sudor y esfuerzo.
Casademont se medirá el viernes 14, a las 21.30 horas, a Unicaja de Málaga en el último de los encuentros de cuartos de final. Previamente, Iberostar Tenerife y Morabanc Andorra harán lo propio a partir de las 19.00 horas. De ese duelo saldría el rival de los maños o de los malagueños en semifinales. Es decir, evitan hasta una muy hipotética final a los dos grandes favoritos de la competición.
Estos, Real Madrid y Barça, figuran en el otro lado del “bracket”. Los catalanes abrirán la competición midiéndose a Valencia Basket el jueves 13 a las 19.00 horas, mientras que los blancos se verán las caras el mismo día, a las 21.30 horas, ante un Bilbao Basket que busca dar la sorpresa. Por poco probable que sea, lo intentará, en un torneo único por sus características.
Los de Fisac, en un gran momento
La temporada que está completando Casademont Zaragoza es histórica. Líder de su grupo en la Basketball Champions League, alcanzando ya los octavos de final, y peleando como gamos, a pesar de las dificultades y las diferencias, en una Liga Endesa en la que es la única escuadra que está aguantando el ritmo de Madrid y Barcelona. Condición, esta última, que les ha valido para ser cabezas de serie en la cita copera en tierras andaluzas.
Poco o nada de acuerdo está siempre el segoviano en aceptar favoritismos y no ha sido una excepción en este caso. De hecho, ha manifestado durante estos días de previa que “quien dé como favorito a Casademont está confundido y confunde a la afición”.
“La plantilla tiene que creer, si no es ridículo”, ha aseverado con contundencia el coach rojillo de cara a los planes coperos. Para él, “nada es imposible”, y cree que se puede “trabajar para lograr el sueño”. Otro aliciente es “el orgullo de defender una ciudad”. “Somos la flecha que representa Aragón”, ha declarado.
El que más sabe dentro de la plantilla de Copas del Rey es Fran Vázquez. Hasta cuatro títulos figuran en su palmarés en esta competición, tres con el Barcelona en 2007, 2010 y 2011 y una cuarta con Unicaja en 2005. Incluso fue MVP del torneo en el año 2010, lo que habla a las claras de su particular feeling con esta cita anual.
El gallego sí tiene claro que afronta esta Copa con la “misma ilusión” que la primera, soñando con alcanzar su quinto entorchado. Además, y tras el traspiés ante Manresa en la Liga Endesa, ha admitido que “puede venir bien” de cara a corregir posibles errores.
Su consejo de cara a los más jóvenes, que los hay y en gran cantidad en la plantilla del Casademont Zaragoza, es claro y lleno de la sabiduría que le caracteriza en el mundo del basket: nervios fuera en el momento de jugar y “que hagan el trabajo de todo el año. No hay una clave de decir que hagan algo diferente”.
Con estos ingredientes, prácticamente inmejorables, sólo falta que Casademont Zaragoza raye al mismo nivel que durante toda la temporada para hacer soñar a sus seguidores. A los mismos que llenan de forma habitual el pabellón Príncipe Felipe cada jornada y que, ahora, quieren alcanzar de la mano de los suyos la cota más alta de un torneo que ilusiona a propios y extraños.
