La impresión 3D que salva vidas

Primero los sanitarios emplearon la adaptación de las máscaras de esnórquel de Dynamical 3D y, después, los pacientes de Covid-19
photo_camera Primero los sanitarios emplearon la adaptación de las máscaras de esnórquel de Dynamical 3D y, después, los pacientes de Covid-19

Los efectos de la pandemia de la Covid-19 están reconfigurando la concepción de lo hasta ahora conocido. El sistema sanitario, el económico e incluso la dimensión moral de la sociedad se han visto trastocados drásticamente a nivel mundial. Ante un panorama semejante, repleto de incertidumbres, aversiones y desconsuelo, ha emergido asimismo un contrapunto solidario en la conciencia de muchas empresas.

Algunas de ellas, grandes multinacionales. Otras, pequeñas compañías locales que han reunido todo su potencial por una causa noble. En Zaragoza, la compañía Dinamycal 3D puso en marcha sus máquinas para ayudar a salvar vidas. En el momento en que la situación empezó a complicarse en España, la empresa aragonesa decidió enrolarse en cuatro proyectos solidarios distintos.

Sujetamascarillas antirrozaduras y pantallas antisalpicaduras

La empresa empezó con una humilde, pero significativa contribución, que nada tenía de inservible y mucho de sencillo. Contactaron con ellos desde el Hospital Miguel Servet de Zaragoza para encargarles mejorar el diseño de las mascarillas para sanitarios. “Parece mentira, sufren por la parte de detrás de las orejas unas rozaduras tremendas”, explica el responsable del departamento de Servicio de Ingeniería e Impresión 3D, Javier Trullén. Por ello, decidieron crear el llamado “Sujetamascarillas”, empleando una tecnología FDM y sus impresoras industriales para elaborar cintas plásticas más idóneas y menos lesivas.

También idearon una nueva fórmula de “sujetamascarillas” para aliviar los roces que provocan en la piel

En algo más de una semana, la empresa donó cerca de 2.000 unidades al Servet, y otras 100 a la UCI de la Clínica Quirón. Con esta misma tecnología, también elaboraron un diseño propio de pantallas antisalpicaduras, para después cederlas a otros hospitales, como el Clínico, o a centros de salud y residencias de mayores para que pudieran darle uso sus trabajadores. A estos trabajos sumaron una colaboración con Makers Zaragoza, a través de la que donaron 5.000 acetatos para pantallas antisalpicaduras, además de diez kilogramos de filamento PLA. Ambos, necesarios para la fabricación de pantallas antisalpicaduras y sujetamascarillas.

Máscaras de esnórquel reconvertidas para sanitarios y pacientes

Poco a poco, la compañía aragonesa decidió involucrarse más, innovando en su gama de productos. Con un diseño que el mismo Trullén diseñó, reorientaron la estructura de una máscara de esnórquel para convertirla –quitándole el tubo y colocándole un filtro- en una máscara “tres en uno” para uso sanitario. Una herramienta integrada que serviría como mascarilla y pantalla al mismo tiempo, ofreciendo además mayor protección, por resultar más ajustable al rostro.

El proyecto se basaba en la fabricación de un EPI, empleando una máscara de buceo ala que le insertaron una tapa en la parte inferior para respirar solo en la parte superior. De esta manera, con ayuda de un adaptador en la salida del tubo de respiración, y colocando un filtro estándar con capacidad bacteriana y viral >99.99%, la máscara les ayudaría a los sanitarios a estar “totalmente protegidos”, asegura.

Para su creación, emplearon una tecnología DLS, especial por la resina que emplea como material. Explica Javier Trullén que este tipo “son todas muy compatibles y se pueden esterilizar con autoclave a 120 grados, que es algo a lo que dan mucha importancia los médicos”. Fue entonces cuando, por intermediación de un cliente, y ante la “situación de desesperación” de los hospitales, Dynamical 3D recibió una llamada del Royo Villanova para hacer un pedido. “Primero mandamos una prueba de seis, y, tras chequear su eficacia, después enviamos otras dos series de 50”, cuenta.

La empresa aragonesa utiliza una innovadora tecnología DLS para sus creaciones

Una vez en uso, lanzaron el proyecto a través de su web y una asociación de Madrid les contactó con una idea que iba “algo más allá” En Madrid, reflexiona Trullén, la pandemia ha supuesto “un verdadero drama”, ya que, como en otros lugares, y ante tal saturación, se empezó a discriminar por edades, centrando el servicio médico en las personas de menos de 70 años. Ante esta situación de alta emergencia, desde la Asociación valoraron la opción de proponer la adaptación de la máscara de esnórquel para los pacientes y “nos pusimos manos a la obra”, relata.

El siguiente paso fue contactar con los principales grupos hospitalarios y aseguradoras médicas para ofrecer el proyecto, que acogieron con esperanza. “A las pocas horas, el primer paciente ya lo tenía colocado”, recuerda y, a las pocas semanas, “nos comunicaron que la máscara había logrado salvar la vida a treinta personas”. Una noticia que provocó en Javier Trullén y su equipo una emoción inexplicable.

La ética empresarial, a vuelta de tuerca por el bién común

La pandemia ha puesto en jaque al mundo entero e innumerables empresas han decidido volcarse de lleno, aportando su grano de arena. Muchos de los grandes titulares a escala internacional han sido copados por la solidaridad de multinacionales, como la española Inditex o la estadounidense HP. Sin embargo, máxime en tiempos de crisis, la capacidad pulmonar entre una pequeña y una gran empresa difiere considerablemente. En el caso de algunas, como el de Dynamical 3D, el horizonte se entrevé complejo e incierto, pero, ni con esas, han dudado en dar todo lo posible por los más vulnerables.

“Quizá cuando salgamos de aquí tengamos que cerrar”, reconoce Javier Trullén, aunque sin olvidar que la vida, a veces, pone a prueba a la sociedad por algo infinitamente más grande: el bienestar de todos. “Esto ha surgido así. Debíamos ayudar y no mirar atrás”. Es la reflexión que hace Trullén, esperando que dentro de ojalá no mucho su negocio pueda retomar el rumbo. “Mi esperanza es que el sector haya mostrado todas su posibilidades y el mundo se conciencie de que el 3D no solo sirve para elaborar muñequitos. La impresión 3D también puede salvar vidas”, zanja.