11-M. Recuerdos para olvidar

Un día como hoy en 2004 sucedía uno de los acontecimientos que teñiría de negro la historia de España. A las 7.37 horas, en un intervalo de dos minutos, llegaron a explotar siete artefactos en la capital madrileña. Una cadena de atentados terroristas dejó 191 fallecidos y más de 1.800 heridos.

La historia del terrorismo en España comenzó durante la dictadura franquista, cuando en 1968 se cobraba la vida del guardia civil de tráfico, José Pardines Arcay, y ha continuado hasta el 2017 con el atentado yihadista en Barcelona y Cambrils. Estas dos ciudades catalanas vieron morir a 16 personas y dejar atrás a un centenar de heridos. Han sido capitales, pequeñas ciudades e incluso pueblos los que han sido marcados por esta etapa de la historia que a muchos les gustaría olvidar.

La película de terror en Aragón comenzó a finales de los años 70, exactamente sucedió en 1979, un año en el que estallaron dos bombas: una en la Societé de Banque, en Zaragoza; y otra en el santuario del Opus Dei, en Torreciudad. Continuó tres años más tarde cuando en 1982, la Policía Nacional consigue liberar, tras veinte días de secuestro, al doctor Julio Iglesias Puga en la localizada de la provincia de Zaragoza, Trasmoz.

Imagen de archivo del Ayuntamiento de Zaragoza del atentado de 1987

A pesar de que los actos terroristas, algunos hechos añicos por la acción de los agentes de seguridad, continuaron en una la línea temporal: 1989, 1991, 1993, 1995, 1997, 1999 hasta llegar al 2008; la peor escena la vivió el 11 de diciembre de 1987 cuando la banda terrorista ETA utilizó un coche bomba en la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, asesinando a once personas entre las que se encontraban seis menores.

Eran las 6:10 a.m., aún no había salido el sol y era de esos días de invierno en los que la ciudad amanece cubierta de una densa niebla. Henri Parot, uno de los terroristas que cometió el atentado, aparece en la entrada de la casa cuartel con un R-18, abandona el coche y huye hacia la Avenida Cataluña. Dos guardias civiles se percatan de su presencia y le dan el alto sin ningún resultado, por lo que uno de ellos corre tras el terrorista con el fin de detenerlo. El otro guardia alerta del peligro “¡Cuidado es una bomba!”, pero ya es demasiado tarde. El fragor y las llamas arrasan con todo y con todos.

Ese día murieron once personas, pero los atentados en la Comunidad Autónoma han llegado sumar un total 16 fallecidos en mas de treinta ataques. En España las víctimas se cuentan en centenares. Hoy, Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Terrorismo, se recuerda y conmemora a todas aquellas vidas que se perdieron en los atentados.

11 DE MARZO DE 2004

“Un día especial, este 11 de marzo; Me tomas la mano, llegamos a un túnel; Que apaga la luz”. Se han escrito poemas, levantado monumentos y cantado canciones de uno de los episodios más triste de la historia de España. Un día en el que murieron 191 personas inocentes y 1.858 resultaron heridas tras una secuela de atentados simultáneos en los trenes de Madrid.

Había un total de siete artefactos colocados entre las estaciones de Santa Eugenia y El Pozo (tres en las zonas de los andenes y cuatro en el interior de los trenes). Era la hora punta de la mañana de un jueves cuando el desconcierto y la conmoción poco a poco fue llegando a toda España.

El homenaje a las víctimas de terrorismo en 2020

A las pocas horas de lo sucedido, los hospitales de Madrid recibían a miles de ciudadanos dispuestos a donar sangre tras el llamamiento que habían realizado las autoridades sanitarias a través de los medios. Ese día los partidos políticos españoles le atribuyeron a ETA la autoría de la masacre. Pero la noche del 11-M las Brigadas de Abu Hafs Al Masri, en nombre de Al Qaeda, enviaron una carta al periódico Al Quds Al Arabi asegurando ser los responsables de lo sucedido.

El 11 de marzo de 2004 es una de esas fechas que trae muchos recuerdos, titulares y nombres que no se quieren olvidar, pero que se esconde tras un suspiro de “ojalá poderte olvidar”.