Un paseo por cinco rincones de Zaragoza que quizás no conocías

El callejón de Lucas está dedicado a Mariano Lucas Aced, un labrador del Arrabal que defendió la zona en la Batalla de los Sitios
photo_camera El callejón de Lucas está dedicado a Mariano Lucas Aced, un labrador del Arrabal que defendió la zona en la Batalla de los Sitios

Cada vez que uno sale de Zaragoza y proclama con orgullo su tierra es frecuente oír toda clase de elogios a la Basílica del Pilar, la catedral de la Seo, el palacio de la Aljafería o el parque Grande. Y, ojo, que no es que no sean bien merecidos, solo hace falta admirar tales joyas arquitectónicas, pero la capital aragonesa es mucho más y esconde otros lugares y sitios curiosos por los que, quizás, hayas pasado miles de veces sin percatarte. ¿Nos acompañas a descubrirlos? ¡Algunos son mágicos!

Callejón de Lucas (Casco Histórico del Arrabal)

Si uno pasea por el Casco Histórico del Arrabal encontrará calles estrechas y empedradas que le transportarán a otra época (¿sabía que esta zona fue durante varios siglos fundamentalmente agrícola?). Con las prisas, puede que no se dé cuenta, pero una de esas calles tiene algo especial y es que en el Arrabal se encuentra la única calle cubierta de Zaragoza, el callejón de Lucas. Este túnel desemboca en una especie de patio con edificios toscos de ladrillo propios de la Zaragoza rural.

¿Y quién es Lucas y por qué la única calle cubierta de Zaragoza lleva su nombre? Mariano Lucas Aced era un labrador que participó en la defensa del convento de San Lázaro de los ataques franceses en los Sitios de Zaragoza.

Este pintoresco callejón suele pasar desapercibido hasta que uno se da cuenta de que no ve la luz del sol al pasear y se percata, entonces, de que camina por un túnel único.

El impresionante edificio de ladrillo rojizo, cerámica y piedra del Palacio de Larrinaga fue encargado al arquitecto Félix Navarro

Palacio de Larrinaga (Calle Miguel Servet, 123)

Corría el año 1901 cuando Miguel Larrinaga de Luzarraga —hijo de un importante naviero vasco— pidió construir un palacio en Zaragoza para disfrutar de la tranquilidad de la ciudad junto a su esposa, Asunción Clavero. El impresionante edificio de ladrillo rojizo, cerámica y piedra fue encargado al arquitecto Félix Navarro y las obras acabaron en 1911. Sin embargo, Asunción murió unos años después y el palacio quedó inhabitado, pues su marido no le encontraba sentido a vivir allí sin ella.

En la actualidad, el Palacio es la sede del Patronato Cultural de Ibercaja y, para alegría de los que hayan quedado enamorados de este edificio, hay visitas guiadas para recorrer todos sus rincones.

Detrás de la Catedral de la Seo se encuentra la Casa del Deán

La Casa y el Arco del Deán (Detrás de la Catedral de la Seo)

Detrás de la Catedral de la Seo se encuentra la única vivienda del siglo XIII que aún perdura en Zaragoza. Pero esta no era una vivienda normal, era ni más ni menos que la Casa del Deán de la Catedral de la Seo, esto es, la residencia de una autoridad eclesiástica, que estaba conectada la catedral a través del arco que se puede ver sobre ella.

Ese arco fue una petición expresa del Deán que, según cuenta la leyenda, no era demasiado amigable y, por tanto, no quería cruzarse con nadie cuando iba a realizar sus quehaceres en la Seo o de vuelta a casa tras las mismas. Pero un carácter tan amargo tenía que la petición le fue denegada y el Deán no tuvo más remedio que encargarle la tarea al mismísimo Lucifer que aceptó de buen agrado a cambio de las almas de todos aquellos que pasaran por debajo del arco.

No podemos asegurarle si Lucifer se llevará o no su alma, pero créanos que merece la pena arriesgarse por admirar esta joya arquitectónica de estilo gótico en pleno centro de Zaragoza.

El Pasaje del Ciclón es una de tres galerías comerciales de este tipo que quedan en España

Pasaje del Ciclón (Junto a la Plaza del Pilar)

A menudo invadido por las palomas, el Pasaje del Ciclón no solo es una zona de paso que conecta la calle Alfonso I con la de Santiago y que está próxima a la plaza del Pilar, sino que es una de las tres últimas galerías comerciales de arquitectura modernista que quedan en España, junto a las que hay en Albacete y Valladolid.

Las influencias del arte y la arquitectura francesa del siglo XIX son muy visibles en esta galería decimonónica que se construyó para el disfrute de la pequeña burguesía y las clases altas de la Zaragoza de la época. En su interior se pueden observar columnas rojizas de inspiración neoclásica y techos azulados con grandes lámparas.

Hoy en día son pocos los negocios que perduran en esta joya de la capital por la que, seguro, habrá pasado más de una vez sin admirar detenidamente toda su belleza.

En el Convento de Santo Domingo se encuentra el Centro de Documentación del Agua y Medio Ambiente

Bibliotecas de ensueño

La lectura ya por sí misma es un placer, pero leer en edificios históricos es mágico. Como última parada de esta ruta, esperamos sorprendente, te proponemos algunas de las bibliotecas con más encanto de Zaragoza.

En el Convento de Santo Domingo, a orillas del Ebro, se encuentra el Centro de Documentación del Agua y Medio Ambiente. Su impresionante techumbre con grandes arcos y su aire clásico lo convierten en una parada obligatoria. Hay visitas guiadas para quienes quieran recorrer sus pasillos y perderse entre libros.

Para todos aquellos amantes de la saga de películas de Harry Potter, la Biblioteca General Universitaria del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza recuerda inevitablemente a la del colegio mágico. El suelo de madera, las vitrinas y estanterías, los escritorios clásicos... hacen de esta biblioteca un lugar al que ir a perderse entre libros.

Por último, la Biblioteca Ricardo Magdalena te sorprenderá por su techumbre y sus columnas de hierro y su fachada modernista. Pero, lo más sorprendente, es que se encuentra ubicada en el antiguo Matadero de Zaragoza, un lugar emblemático en la ciudad.