Contemplar la capital aragonesa desde las alturas es una atractiva propuesta ahora que se acerca el buen tiempo. Son innumerables los lugares desde los que obtener algunas de vistas más privilegiadas de Zaragoza. Desde poder subir a lo más alto de una de las torres de la Basílica del Pilar hasta disfrutar de una romántica cena con vistas en Los Girasoles.
Son muchas las opciones que la capital aragonesa ofrece a los ciudadanos para asomarse a una Zaragoza como nunca antes la habían visto, una con las mejores vistas que se podrían imaginar. CaixaForum, el museo Pablo Serrano o incluso el Acuario cuentan con sus propias terrazas. Desde las alturas del Parque Grande hasta el balcón de San Lázaro, estos son los lugares con las mejores vistas de la ciudad.
TORRE MIRADOR DEL PILAR
Una de las posibilidades más atractivas de visita cultural a la emblemática Basílica del Pilar es desde las alturas. A través de un ascensor panorámico ubicado en la torre de San Francisco de Borja se puede subir hasta lo más alto y contemplar la ciudad como nunca antes. Desde allí, Zaragoza se quedará pequeña, aunque es sin duda una vista privilegiada 360 grados de la ciudad del cierzo.
El precio por una entrada general es de 4.00 euros, aunque si eres jubilado, residente, joven o haces la visita en grupo, el coste de la entrada será de 3.00 euros. Disfrutar de una de las vistas más privilegiadas de la ciudad y hacer espectaculares fotos desde una perspectiva única son solo unas pinceladas de esta magnífica experiencia.
TERRAZA DE LOS GIRASOLES
Con unas vistas privilegiadas se ubica en pleno centro histórico de la ciudad el Sky Lounge Van Gogh en el hotel Los Girasoles. Este restaurante abierto al público sin necesidad de estar alojado como cliente, cuenta con una terraza perfecta para tomar algo inundados por los anaranjados colores del atardecer.
Todo ello sabe mejor acompañado de un cóctel y de un delicioso snack. En la carta ofrecen jamón ibérico, nachos con guacamole o tortilla de patata, unos manjares que sin duda harán con ellos las vistas más dulces de todo Zaragoza.
TORRE DE SAN PABLO
Otro de los imprescindibles de Zaragoza es la parte Mudéjar, es uno de los tesoros mejor guardados de la ciudad. Es tal su relevancia que una de los mejores ejemplos de este estilo, la Torre e Iglesia de Sn Pablo, fue declarada en el año 2001 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además de realizar una visita guiada, se puede divisar la ciudad desde lo más alto gracias a un mirador de 66 metros de altura.
Es considerada por muchos la tercera catedral de Zaragoza y el interior del templo atesora obras de gran interés como el retablo y las puertas del altar mayor, el coro con el órgano gótico y las capillas barrocas. Sin duda, más que un mirador, es una visita cultural de lo más completa.
MIRADOR DEL PARQUE GRANDE RINCÓN DE GOYA
Es un lugar idóneo para hacer deporte, pasear o desconectar. El mirador Rincón de Goya custodia la ciudad desde lo más alto y es uno de los puntos de Zaragoza desde los que disfrutar de una de las mejores puestas de sol y atardeceres.
Los colores anaranjados se mezclan con la luz de los focos de la Romareda y con la iluminación del Hospital Miguel Servet. Un plan perfecto para estas tardes en las que el buen tiempo ya acompaña y para acercarte a uno de los rincones con más magia de la capital.
MIRADOR DEL BATALLADOR
Sin irnos demasiado lejos y a apenas unos metros del Rincón de Goya, se encuentra el Mirador del Batallador. Después de subir la blanca escalinata, se impone ante sus visitantes la que posiblemente sea una de las estampas más fotografiadas de la ciudad y una de las mejores vistas de Zaragoza.
El Paseo de San Sebastián, tan floral y colorido, surge ante aquellos que han llegado hasta el final de las escaleras. La cima del Parque Grande con sus míticas cascadas también deja entrever esa mezcla de colores entre el rojo y anaranjado que da paso a una preciosa puesta de sol.
MIRADOR DE PUERTO VENECIA
Los pinares de Venecia esconden muchos secretos y muy cerca de la zona del centro comercial Puerto Venecia, se ubica un pequeño mirador de madera. Después de una pequeña caminata entre pinos, naturaleza y una tranquilidad, que contrasta con el bullicio que haya a apenas unos metros, se alza este lugar secreto. Después de subir hasta arriba, se vislumbran una de las mejores vistas de las afueras de la ciudad y del cementerio de Torrero que contrastadas con el atardecer, hacen de esta experiencia, algo único.
TERRAZA DEL ACUARIO DE ZARAGOZA
Después de la Expo 2008, muchos de los edificios de aquel año han sido reconvertidos, aunque otros como el Acuario de Zaragoza se han mantenido en el tiempo. Además de la obligada visita en su interior a sus más de 300 especies de los cinco continentes, lo cierto es que, en el último piso, se encuentra una terraza chill out que durante la temporada de verano se convierte en escenario de conciertos y fiestas de distintas temáticas.
Este edificio es el mayor acuario de Europa y uno de los mayores del mundo y en sus 70 peceras se alojan más de 5.000 animales de más de 350 especies de fauna fluvial. Una visita obligada en Zaragoza no solo por sus vistas, sino por todo lo que esconde en su anterior.
MIRADOR DEL IAACC PABLO SERRANO
Es uno de los referentes de arte y cultura contemporánea en Aragón, el museo Pablo Serrano pone a disposición de los ciudadanos las mejores exposiciones durante todo el año. Este edificio fue diseñado por el arquitecto Julio Bravo como una muestra de la arquitectura industrial aragonesa de principios del siglo XX. Además de todo ello, entre los meses de mayo y octubre, abren las puertas de su terraza, desde la que se puede admirar una vista panorámica del centro histórico de la ciudad.
Durante las noches de verano se organizan conciertos y actuaciones musicales que hacen todavía más especial este espacio. Se podría decir que el restaurante y su gastronomía es una prolongación del arte contemporáneo, así como también lo son sus vistas.
MIRADOR DE SAN LÁZARO
Es posible uno de los miradores más fotografiados de la ciudad, aunque lo cierto es que su primera panorámica viene de muchos años atrás, concretamente de 1647 cuando Juan Bautista del Mazo pintó uno de los cuadros más célebres de Zaragoza. En aquella pintura se ve reflejado un Puente de Piedra destruido por una riada y una Basílica del Pilar algo distinta a la actual. En el 2008 y, coincidiendo con la Expo, se construyó el Balcón de San Lázaro tal y como lo conocemos hoy en día. Desde aquí se puede sacar una de las mejores fotos de la Basílica del Pilar que es todavía más bonita si coincide con la puesta de sol.
TERRAZA LATERAL
La Avenida César Augusto podría decirse que es la avenida de las azoteas. Ubicado en pleno corazón de la ciudad, se encuentra el hotel Meliá. En el último piso se hace la magia gracias a una terraza desde la que se puede disfrutar de una de las mejores vistas. Acompañar la puesta de sol con una cena en el restaurante Lateral es sin duda, un irresistible plan ahora que cada vez está más cerca la temporada de verano. Buena gastronomía y unas espectaculares vistas son dos ingredientes perfectos para hacer de este lugar uno de los mejores miradores de Zaragoza.
TERRAZA RIVER HALL GASTRO
El complejo Aura se encuentra en una situación privilegiada a orillas del río Ebro y desde su espectacular terraza se puede disfrutar de una de las mejores vistas de la Basílica del Pilar que sumada al reflejo del agua, se consigue una fotografía casi perfecta de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Acercarse a este mirador único desde el que podrás observar el Pilar desde una perspectiva que no se puede captar desde ningún otro punto de la ciudad es una parada obligatoria en este recorrido por los mejores miradores de Zaragoza.
MIRADOR DEL CAIXAFORUM
Talleres, conciertos y sobre todo exposiciones es en lo primero que viene a la mente cuando se menciona el edificio de CaixaForum. Lo cierto es que este lugar inaugurado en el año 2009 y de estilo vanguardista, cuenta con un espacio privilegiado desde el que se pueden disfrutar algunas de las mejores vistas del centro de la ciudad. Con una cafetería y restaurante, esta ubicación tan poco conocida es perfecta para acompañar las vistas de un refresco o de una cena romántica desde lo más alto de Zaragoza.
