El Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza crea una bolsa de farmacias voluntarias para suplir guardias

El objetivo es reducir el riesgo de contagio del Covid-19 entre los pacientes más vulnerables
photo_camera El objetivo es reducir el riesgo de contagio del Covid-19 entre los pacientes más vulnerables

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza ha creado este lunes una bolsa de farmacias voluntarias para garantizar la continuidad de la atención farmacéutica a los pacientes de los servicios de guardia de las oficinas de farmacia. Es decir, si alguna farmacia se ve obligada al cierre temporal como consecuencia del coronavirus y no puede realizar su servicio de guardia, el Colegio se pondrá en contacto con las farmacias registradas en la bolsa y, teniendo en cuenta la cercanía a la farmacia afectada, reasignará la guardia para garantizar así la prestación farmacéutica a los pacientes.

El Colegio Oficial ha agradecido la colaboración de las farmacias que ya se han apuntado a la bolsa para asumir, voluntaria y solidariamente, los servicios de guardia de las oficinas de farmacia cerradas eventualmente por el coronavirus. Por otro lado, se ha sumado a la petición del Consejo General de Colegios Farmacéuticos y la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar), para dispensar medicamentos hospitalarios a través de las farmacias.

Con esta propuesta, presentada a las autoridades sanitarias, se pretende reducir el riesgo de contagio del Covid-19 entre los pacientes más vulnerables que durante esta crisis están teniendo que acudir al hospital para retirar los medicamentos de diagnóstico hospitalario. De esta manera, gracias a los almacenes de distribución de medicamentos, y a la extensa red de farmacias, miles de pacientes que se ven obligados a recoger estos medicamentos de los hospitales podrían hacerlo en su farmacia más cercana, reduciendo así el riesgo de contagio.

La propuesta pasa por facilitar a las farmacias comunitarias que dispensen aquellos medicamentos que hoy se entregan en los hospitales, a coste cero, contando con la colaboración de las empresas de Distribución Farmacéutica y siguiendo las indicaciones que estimen las Autoridades Sanitarias. En la actualidad, muchos hospitales están aconsejando que no se acuda a los mismos, y han reducido las visitas para la retirada de los medicamentos por el peligro que conlleva.

La dispensación en las farmacias, además de acercar el medicamento, humanizar la atención, y reducir riesgos, evitaría otros problemas asociados en el escenario excepcional que vivimos como puede ser abandono de los tratamientos. Además, se aseguraría el seguimiento de los tratamientos y la dispensación por parte de un profesional sanitario, el farmacéutico.

La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García, ha recordado que “con la red de 830 farmacias que tenemos distribuidas en toda Aragón y el escenario que estamos viviendo, tiene menos sentido que nunca que se obligue a los pacientes a ir a los hospitales por estos medicamentos.

Además, García ha recordado la presidente que, con esta medida, los pacientes que viven en pueblos podrían acceder a estos medicamentos en las farmacias rurales, sin necesidad de desplazarse varios kilómetros hasta el hospital más cercano”.