Cinco de cada diez personas vencen la lucha contra el cáncer. Esta es la cifra que lanza la Asociación Española contra el Cáncer, aunque inciden en que este porcentaje de supervivencia (57%) es desigual. Esto se debe a que hay mucha investigación para tumores como testículo o mama, mientras que apenas se destinan fondos y personal a investigar el cáncer de pulmón, hígado, esófago y páncreas, cuyos datos de supervivencia rondan entre el 10 y el 20%.
Para concienciar sobre ello, la Asociación Española contra el Cáncer de Zaragoza ha preparado la exposición ‘Poniendo cara a la investigación’, que se puede ver durante todo el mes de septiembre en la Gran Vía Santiago Ramón y Cajal. El objetivo de esta muestra es visibilizar el trabajo de diez investigadores y científicos para conseguir nuevos métodos de detección temprana y tratamientos más eficaces.
Al hilo del Día Mundial de la Investigación del Cáncer, que se celebra el próximo 24 de septiembre, la asociación ha invitado a tres de estos investigadores a que expliquen sus trabajos a los viandantes de Zaragoza e incidan en la importancia de la investigación de esta enfermedad.
ALBERTO JIMÉNEZ: VACUNAS PARA PREVENIR EL CÁNCER

El investigador del IIS Aragón, Alberto Jiménez, es uno de los impulsores de unas vacunas para prevenir el cáncer. Como asegura, el cáncer son células que crecen descontroladas porque tienen dañados ciertos genes y producen proteínas que el sistema inmune reconoce como extrañas y elimina a las células portadoras. Frente a esta idea, se pensó que quizá se puede vacunar frente a esa proteína extraña antes de que aparezca y que la célula tumoral se esconda.
Asimismo, para poder facilitar los diagnósticos y no tener que recurrir a biopsias, que en ocasiones son complicadas, su equipo desarrolló unos anticuerpos que se inyectan en el paciente y se pegan al tumor si tienen unas características. ‘Estamos buscando que sea más accesible. En vez de hacerlo con aceleradores de partículas, lo estamos haciendo con un aparato que parece una máquina de Nespresso y es mucho más barato, rápido y llevará hacia un tratamiento específico como quimioterapia o radioterapia’, ha explicado.
Sin embargo, el investigador y su equipo fueron un paso más allá y, para aprovechar estos anticuerpos, los modificaron para que transportasen nanotecnología. ‘Pensamos en poner fluorescencia para hacer cirugías guiadas y poder ver mejor donde empieza y termina el tumor. Pensamos primero en tumores cerebrales, pero estamos viendo si se puede llevar a otro tipo de cáncer como el de páncreas que es más complicado’, ha mencionado Jiménez.
Aunque el proyecto está en el final de las primeras fases, todavía pronto para hablar de una fecha de lanzamiento, ya que, como ha incidido el investigador, la ciencia tiene sus plazos porque las fases experimentales pueden o no salir adelante.
PILAR MARTÍN: VACUNAS PARA PREVENIR EL CÁNCER CON EXOSOMAS

Pilar Martín es investigadora en el Instituto Aragónes de Ciencias de la Salud y en la Fundación ARAID y también ha trabajado en el proyecto de investigación sobre las vacunas contra el cáncer. Su labor concretamente se ha centrado en el tratamiento de los exosomas, unas vesículas secretadas por las células que transportan ADN, ARN o proteínas. ‘Lo que proponíamos era hacer como una especie de caballo de Troya, y meter ese virus dentro de las vesículas para hacer que llegaran, sin detectarlas el sistema inmune, directamente a los tumores’, ha comentado la investigadora.
Este proceso se ha podido extrapolar a otras enfermedades, como, por ejemplo, en dos de las vacunas de la COVID-19. ‘La base del conocimiento generado en este proyecto nos sirvió para generar un proyecto de diagnóstico de COVID en el Instituto de Salud de Carlos III. Trabajamos con 400 pacientes de Aragón y ahora lo vamos a intentar con pacientes de COVID persistente’.
La investigadora ha hecho hincapié en que para poder desarrollar estos proyectos es necesario invertir recursos en reactivos, pero también a nivel de personal. ‘Yo tengo muchas ideas, pero necesito un equipo para poder avanzar en la ciencia. Formamos a excelentes investigadores que se tienen que ir a otros países para poder trabajar y a nosotros también nos gustaría quedárnoslos’, ha subrayado.
ALBA ROYO: FUNCIONAMIENTO DE LA QUIMIOTERAPIA EN CÁNCER DE PÁNCREAS

Vocación y perseverancia son las palabras que la investigadora Alba Royo tiene grabadas a fuego en su mente. Ella trabaja en el IIS con una ayuda predoctoral de la Asociación Española Contra el Cáncer en una infestación sobre el cáncer de páncreas, uno de los tumores con menos tasa de supervivencia: un 5%.
Esto se debe a que es un tumor que apenas presenta sintomatología y cuando se detecta ya está en una fase muy avanzada. ‘No tiene una sintomatología clara, quizá se puede ver con una anomalía en los análisis o dolores abdominales que alerten al paciente’, ha explicado Royo.
Este proyecto, que comenzó este septiembre, analiza cómo afecta la grasa al funcionamiento de la quimioterapia en el cáncer de páncreas. Según explica la investigadora, en este cáncer hay unas células que se alimentan de la grasa y creen que esta alta disponibilidad de grasa que hay dentro del tumor hace que los tratamientos de quimioterapia fallen. ‘Nuestro objetivo principal es ver como afecta la grasa a este tratamiento y encontrar fármacos que eviten que estas células se alimenten de esta grasa’.
Al ser una iniciativa joven, no hay ninguna fecha prevista para su lanzamiento. Por el momento la investigadora ha recomendado llevar una vida saludable comiendo frutas y verduras y haciendo deporte regularmente para evitar el exceso de grasa en el páncreas.