Cambios estructurales y de “humanización”: abre la nueva planta de psiquiatría del Royo Villanova

Las nuevas dependencias buscan un trato más humano y "menos coercitivo" para los pacientes
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La próxima semana abrirá sus puertas la reformada planta de Psiquiatría del Hospital Royo Villanova. Consta de un máximo de 24 camas, distribuidas en trece habitaciones, que ocuparán inicialmente 17 personas. Este grupo de pacientes ha estado, hasta el traslado, en las dependencias del Hospital de la Defensa.

De poco sirven los cambios estructurales si no se acompañan de un proceso de humanización”, ha resumido el jefe del Servicio en el centro, Miguel Martínez Roig, sobre las dos líneas maestras de esta reforma. Por un lado, se han introducido espacios como una terraza o un huerto, de modo que se pueda dar pie a modalidades como la terapia ocupacional, pero también se pretende implantar el nuevo modelo de cuidados “menos coercitivo”.

Los trabajos se han llevado a cabo en apenas tres meses, por valor de 234.000 euros, de los que 144.000 proceden de las donaciones de Inditex en Plaza. El resto, 90.000, vienen de fondos propios, concretamente del sector sanitario Zaragoza I.

Las nuevas dependencias cuentan con una terraza, un huerto y salas comunes, entre otras

LA INFLUENCIA DE LA PANDEMIA

Como se dio a conocer en el inicio de las obras de la planta, al año pasan por ella en torno a 560 pacientes. Las estancias, de media, rondan los quince días en el caso de las unidades de agudos. Lo que también ha revelado Martínez Roig es la influencia directa de la pandemia en la salud mental. En los últimos tiempos, han proliferado los “trastornos psicóticos en jóvenes”, pero también las depresiones o las patologías propias de la psicogeriatría.

Es la ola posterior al fin de las restricciones. El efecto rebote de “perder seres queridos, trabajos o tener dificultades psicosociales” o efectos traumáticos por haber pasado la enfermedad. En esta situación ha tenido que ver, del mismo modo, “el retroceso” de muchos pacientes que, debido a las restricciones, no pudieron seguir con sus terapias o “intervenciones intensivas”.

Para luchar contra este problema creciente, la DGA impulsó recientemente la ampliación de la planta de salud mental infanto-juvenil del Clínico, la de corta estancia del Servet o distintos centros de día en la capital aragonesa y Calatayud. Además, a principios de 2023 abrirá sus puertas la residencia de Huesca, para la que se han presupuestado 1,5 millones de euros y se está buscando ubicación.