Los médicos de Atención Primaria, desbordados: "Es imposible que podamos ver a 70 pacientes"

Pancarta en la manifestación de esta mañana
photo_camera Los sindicatos han asegurado que si no se cumplen las condiciones, irán a la huelga el 23 y 24 de enero.

La presión en urgencias y las “agendas masificadas” en Atención Primaria han provocado la salida a la calle de los profesionales, acompañados por los ciudadanos en una llamada a la atención. La secretaria general de CESMAragón, Mercedes Ortín, ha asegurado que “es imposible que podamos ver a 70 pacientes” y ha denunciado que la voluntad de todos los médicos es “estar, atender, diagnosticar e intentar curar y tratar a nuestros pacientes”.

Los sindicatos han asegurado que necesitan “transmitir esa preocupación que tenemos los médicos de atención primaria” y que el Gobierno de Aragón “tome medidas para salir de esta situación actual que ni los profesionales ni los pacientes estamos dispuestos a tolerar más”. Desde CESMAragón, Ortín se ha mostrado fuerte en la manifestación de esta mañana: “Tenemos que ir de la mano con el Gobierno de Aragón para conseguir unos tiempos mínimos para asistir a nuestros pacientes con calidad y con calidez”.

Tanto Fasamet como CESMAragón han coincidido en que las negociaciones van “despacio”. El presidente de Fasamet, Leandro Catalán, también ha insistido en que “si no se cumplen las condiciones, a la huelga 23 y 24”. Y no queda ahí, pues ha manifestado que a partir de ese momento, “se podrán valorar las posibilidades de ir a huelgas generales”.

DIEZ PROPUESTAS

Las diez propuestas urgentes para paliar los problemas de la Atención Primaria, y así "beneficiar a todo el sistema sanitario", incluyen: tener agendas limitadas a un máximo de 35 pacientes al día para ofrecer una asistencia de calidad; garantizar los descansos y la conciliación de la vida familiar; mejorar la seguridad ante los repetidos casos de agresiones sanitarias; impulsar la docencia MIR; mejorar las condiciones laborales y retributivas, con contratos atractivos y duraderos e incentivos a los médicos rurales; aumentar el presupuesto, con gastos finalistas para la Atención Primaria; y crear una gerencia única para gestionarlos.

LA SITUACIÓN LA SUFRIMOS TODOS

Entre gritos y pancartas, había profesionales clamando sus derechos. Es el caso de Elena Javierre, pediatra de Atención Primaria y presidenta de la Asociación Aragonesa de Pediatría en Atención Primaria. Coincidía con los sindicatos, y con la multitud andante que allí estaba: “El problema real es que no tenemos tiempo suficiente para atender a nuestros pacientes”. Son entre 60 y 70 pacientes de 0 a 14 años los que puede llegar a atender cada día, añadiendo imprevistos. “Si no podemos dar una atención en el momento que se precisa o una atención adecuada puede ser un peligro de seguridad tanto para nosotros como para principalmente los pacientes”.

Lo mismo afirmaba Fernando Lahoz, médico de Atención Primaria: “Se trata de un deterioro general desde hace muchos años en cuanto a poder adquisitivo, previsión de plazas y previsión de jubilaciones. Esto se sabe hace 20 años por la edad de los trabajadores”. La situación se ha agravado tras los años de pandemia, ya que se han duplicado los pacientes, pero no los facultativos. “Ha llegado un límite que no aguantamos más”, ha relatado.

La cara más joven de la moneda también estaba presente. Médicos residentes caminando por una lucha de la que va a depender su carrera profesional. Rodrigo Aznar es residente de cuarto año en Medicina de Familia, y ha podido vivir cómo “la asistencia se va deteriorando poco a poco”. “Cada vez con más prisas, cada vez con más dificultades y menos recursos”.

Rodrigo ha asegurado ver cómo "mucha gente acaba la residencia y se plantea hacer una especialidad diferente e incluso no dedicarse a la medicina". Es la consecuencia de esta situación, por muchos definida como "caos" y para otros "la fortaleza suficiente para luchar por nuestra profesión", que es un derecho para todos.