Los centros sanitarios aragoneses registraron durante el 2022 un total de 484 agresiones a trabajadores, lo que supone un aumento del 36% con respecto a las cifras del año anterior. Así lo ha denunciado la vicepresidenta de la sección sanitaria del sindicato CSIF Aragón, Carmen Lecina.
En repulsa de la última de estas agresiones, sufrida por dos enfermeras del Centro de Salud Amparo Poch, en el barrio del Actur de Zaragoza, los trabajadores se han concentrado este viernes a las 13.00 horas para guardar un minuto de silencio a modo de protesta.
Los sindicatos de enfermería creen que las medidas actuales para garantizar la seguridad en los espacios sanitarios son insuficientes y reclaman la presencia de guardias jurado de seguridad. A día de hoy, existen ocho centros de salud en la capital con personal de vigilancia, más uno en Tauste que presta servicio los fines de semana.
“Es muy duro venir a trabajar pensando que hoy te puede tocar a ti una agresión, tanto verbal como física. Eso es lo que no se puede permitir: venir a trabajar con miedo”, ha lamentado Lecina.