Dietistas y nutricionistas claman un reconocimiento profesional que nunca llega

Frutas y verduras con aspecto saludable
photo_camera Es paradójico que cuanto más se habla de salud, de una buena alimentación y de la importancia de cuidarse, sea cuando menos caso se hace al sistema sanitario y al paciente

Es paradójico que cuanto más se habla de salud, de una buena alimentación y de la importancia de cuidarse, sea cuando menos caso se hace al sistema sanitario y al paciente. Ya no solo hablamos de lo tensionado que el personal está por motivos más que conocidos en los últimos meses, sino de un servicio a los usuarios de la Sanidad Pública que, en algunos aspectos, ha quedado anticuado, como es el caso de la nutrición.

Este año, el Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Aragón cumple 16 años y esto significa que llevan, desde entonces, peleando por tener una categoría profesional en el Sistema de Salud Pública. Tras 20 promociones y más de 400 profesionales de la nutrición desde que en el año 2004 salió la primera promoción de dietistas-nutricionistas de la Universidad de Zaragoza en Huesca, la situación sigue igual que cuando empezaron: sin una salida profesional pública.

En el año 2018 parecía que todas las quejas por parte de este colectivo habían tenido sus frutos con la publicación de la Orden SAN/973/2018, de 5 de junio, por la que se creó la categoría estatutaria de Titulado/a Superior en Nutrición y Control de Alimentos en el ámbito de los Centros Sanitarios del Servicio Aragonés de Salud. Sin embargo, en esta orden los profesionales encontraron varios aspectos que no terminaban de cuadrar.

España es el único país de la Unión Europea que no cuenta con la presencia de Dietistas-Nutricionistas en su sistema sanitario

La presidenta del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Aragón, Alba Santaliestra, explica que en ese momento se estipuló un nivel de categoría superior al rango en el que normalmente se encuentran los diplomados y graduados sanitarios. “En Aragón, el nivel A1 se establece para profesiones como la Medicina. Nosotros nos podríamos encontrar en esta categoría, pero la realidad es que nos encontramos con otros profesionales, como los de enfermería y de fisioterapia, que están encuadrados en la categoría A2”.

En este aspecto, uno de los problemas que más preocupaba a los dietistas nutricionistas es que económicamente, si estos profesionales pasan al siguiente nivel, su implantación en el sistema sanitario sería mucho más cara porque los sueldos deberían de ser mayores. “Esto se reflejaría con una mejor posición laboral de nuestros profesionales”, señala Santaliestra, quien a pesar de eso reconoce que “una mayor inversión supondría retrasar su incorporación”.

España es el único país de la Unión Europea que no cuenta con la presencia de Dietistas-Nutricionistas en su sistema sanitario en la mayoría de Comunidades Autónomas. En este caso, Santaliestra cuenta que en Aragón “suele ser el personal de enfermería, que no ha recibido ninguna formación específica en esta área, quien asesora en términos de nutrición, alimentación y dietética”.

La realidad en cualquier centro de atención primaria, especializada u hospitalaria, es que, como paciente, puede ser asesorado en estos términos con “fórmulas obsoletas que dificulten la recuperación”.

Beatriz Magallón es diplomada en Nutrición y Dietética y lleva ocho años trabajando en una consulta privada

No en todos los casos los enfermeros y enfermeras no han recibido una formación específica, algunos sí que cuentan con el grado o diplomatura en Nutrición pero, tal y como desde el Colegio reivindican, “en ningún caso consta que hayan accedido a la plaza por la formación en Nutrición y Dietética porque la categoría profesional no existe”.

Otro de los aspectos que no terminó de encajar era que la titulación exigida daba lugar a un mayor intrusismo profesional, cuando debía ser únicamente diplomatura o grado en Nutrición Humana y Dietética. Un hecho que daba la posibilidad de acceder a personas con formación en Calidad y Seguridad Alimentaria o desde Veterinaria, “siendo que no son el personal competente para esta acción”, indica Santaliestra.

Todo esto, llevó en su momento a que desde el Colegio Profesional se recurriera la creación de la categoría profesional para así seguir luchando por una acorde a su formación y competencias.

Actualmente, en España quedan seis comunidades autónomas, entre las que se encuentra Aragón, donde no está reconocida la Categoría Profesional del Dietista, Nutricionista. Algunas han comenzado poco a poco a abrir las puertas a estos profesionales en Atención Primaria, como es el caso de Cataluña con 150 plazas y Galicia con 94. Además, se han publicado oposiciones en algunas comunidades como son Navarra, Murcia, Baleares o Valencia. Esta realidad lleva a Santaliestra a asegurar que “la evolución de otras comunidades autónomas, en las que los colegios profesionales han llegado más tarde que en Aragón, es mucho más rápida que la que tenemos aquí”.

En España quedan seis comunidades, entre ellas Aragón, donde no está reconocida la Categoría Profesional del Dietista, Nutricionista

"CADA VEZ SE SABE MÁS QUE EXISTIMOS"

Beatriz Magallón es diplomada en Nutrición y Dietética y lleva ocho años trabajando en una consulta privada además de ser dietista en la empresa de restauración de un hospital. Desde aquí ha podido analizar la evolución que su profesión ha sufrido y no duda en asegurar que “cada vez se sabe más que existimos”. Un conocimiento que ha tardado mucho en llegar, en parte, por la falta de la presencia de estos profesionales en la Sanidad Pública.

En este sentido, Magallón insiste en que si pudieran formar parte de la Sanidad Pública, la población “sabría a quién acudir cuando tiene un problema, una inquietud o simplemente quiere aprender a comer”. Además, tras tantos años en consulta, Magallón insiste en que, si esto ocurre, dará lugar a que “por fin se trate de forma correcta” ya que hay muchas enfermedades en las que repercute la alimentación de manera directa o indirecta y “ahora mismo no hay un recurso en la Sanidad Pública y un médico o una enfermera no tiene ni las herramientas ni el conocimiento para transmitir esa información”, señala.

Las preocupaciones de estos profesionales, trabajen en el ámbito que trabajen, siguen siendo las mismas. En un comunicado que el Colegio Profesional ha hecho público en la última semana, lanzan la gran pregunta que hoy en día se siguen haciendo y que les hace mantener sus reivindicaciones hasta conseguir que se valore su profesión y, sobre todo, la salud de todo el mundo. “Los pacientes nos demandan, los compañeros nos necesitan, ¿por qué aún no cuentan con nosotros?”.