La consejera de Sanidad, Sira Repollés dejará la política
Hasta mayo de 2020, Repollés ejercía como ginecóloga en el Hospital Clínico

La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, dejará la política tras las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Lo ha confirmado este miércoles en una entrevista en Aragón Radio. “Volveré a mi profesión habitual, esto lo considero como un paréntesis. Me siento afortunada de haber gestionado esta crisis sanitaria. He intentado trabajar lo mejor posible”, ha declarado.

Antes de acceder al cargo, en mayo de 2020, ejercía como ginecóloga en el Hospital Clínico de Zaragoza. Tras la dimisión de Pilar Ventura por sus polémicas declaraciones sobre los equipos de protección “caseros” de los sanitarios, Lambán la escogió para gestionar la cartera de Sanidad en plena pandemia, una circunstancia que ha estado presente en casi toda su legislatura.

Desde entonces, Repollés lidió con ser la cara visible de las ruedas de prensa en las que se hablaba de confinamientos perimetrales, cierres de comarcas y municipios o limitaciones horarias. En declaraciones de esta misma semana, un día antes de hacer pública su intención de dar un paso al lado, lo dejó claro: Fueron tiempos difíciles. Tuvimos que adaptarnos y hubo muchas dificultades para gestionar”. Incluso calificó los efectos de la Covid como “la mayor crisis sanitaria que ha conocido el mundo”. Unas palabras, precisamente, que llegaron en el tercer aniversario del inicio del confinamiento.

Al margen de la pandemia, la DGA durante su mandato también ha sido capaz de impulsar medidas como la reordenación del mapa sanitario o las reformas del Plan de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023.

ATENCIÓN PRIMARIA Y LA HUELGA DE AMBULANCIAS

Dicho plan se puso en marcha como respuesta a los colectivos médicos y los propios sanitarios, a través de mejoras retributivas y la voluntad de incentivar las plazas de difícil cobertura, especialmente en el medio rural. Y en la misma línea se firmaron recientemente las mejoras con los sindicatos Cesm Aragón y Fasamet, con puntos como la bonificación de las guardias, el máximo de 35 o 28 pacientes diarios por facultativo o las consultas de apoyo, entre otros. Todo ello, como el resto de actuaciones, en un contexto de falta de profesionales sin solución a corto plazo, según el Gobierno, y que se ha tratado de solucionar con más plazas en las universidades y las especialidades MIR, entre otras medidas.

Recientemente, se desbloqueó y entró en vigor el nuevo pliego del Transporte Sanitario Urgente. No ha estado exento de críticas y tampoco se ha logrado resolver el conflicto entre las empresas que prestan el servicio y que finalmente ha desembocado en una huelga, todavía activa. En sus últimos meses como consejera, y tras evitar los paros en la Atención Primaria, su departamento se enfrenta pese a las negociaciones a la convocatoria de la Atención Hospitalaria para el 31 de marzo.

Irán a la huelga si no se alcanza un acuerdo con los sindicatos generalistas CCOO, UGT y CSIF. En sus declaraciones de este martes, Repollés mantuvo su “optimismo” para alcanzarlo y en la entrevista en Aragón Radio ha reiterado estar de acuerdo con algunas de sus propuestas, caso de la apertura de algunos centros de salud hasta las 20.00 horas.

PRESUPUESTO RÉCORD Y REDUCCIÓN DE LAS LISTAS

Otros dos aspectos que ha destacado el propio Ejecutivo en materia sanitaria son su presupuesto récord de 2.549 millones y cuyas líneas maestras de actuación abarcan la ya mencionada Atención Primaria, la salud mental y las infraestructuras, con especial atención a la reforma del Royo Villanova, las urgencias del San Jorge de Huesca, el centro de salud de Barbastro y los hospitales de Teruel y Alcañiz. Queda en el tintero, con la previsión de que ocurra este primer semestre, la apertura de la residencia de salud mental infantojuvenil, que finalmente no se ubicará en Huesca tras no prosperar en el último momento el acuerdo con el Arzobispado para la cesión de la residencia sacerdotal.

Finalmente, otra de las prioridades es continuar con el plan para reducir las listas de espera quirúrgicas. Este pasado mes de febrero, tal como comentó la propia consejera, se alcanzaron las mejores cifras desde 2016, con 6.429 personas en demora superior a 180 días. Respecto al pico de agosto de 2020, el descenso es del 50% (5.501 pacientes). “En el buen camino” y “cumpliendo objetivos”, según la consejera, a la espera del punto y aparte de las elecciones.

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