El hospital infantil de salud mental de Zaragoza, con lista de espera

Desde su apertura se ha convertido en una referencia en todo Aragón para el tratamiento de la salud mental
Son ámbitos difíciles a nivel familiar o ambiental los que llevan a muchos jóvenes a recurrir al servicio
photo_camera Son ámbitos difíciles a nivel familiar o ambiental los que llevan a muchos jóvenes a recurrir al servicio

Hasta 148 menores han pasado por el Hospital de Día Infanto Juvenil de Zaragoza en cuatro años. El centro, ubicado en Parque Goya, abrió sus puertas en diciembre de 2018. El responsable de la unidad de salud mental, José Manuel Granada, afirma que existen ocho menores en lista de espera y que la demanda es alta y creciente.

Desde su apertura se ha convertido en una referencia en todo Aragón para el tratamiento de la salud mental para jóvenes de 6 a 18 años. Cada día acuden al centro un total de 18 menores procedentes de puntos tan dispersos como Barbastro, Huesca, Alcañiz o Teruel. Su equipo de psicólogos y psiquiatras trata las afecciones de salud mental en niños y adolescentes, una demanda cada vez mayor que ha obligado a ampliar la capacidad original, que preveía atender a tan solo diez pacientes a la vez.

Son ámbitos difíciles a nivel familiar o ambiental los que llevan a muchos jóvenes a recurrir al servicio, que intenta tratar sus problemas en un periodo medio de tres a seis meses. Los trastornos más comunes tienen que ver con la depresión, la ansiedad o conductas autolíticas, aunque también atienden algunos casos de espectro autista.

UN CENTRO MODÉLICO

La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha visitado este miércoles las instalaciones y ha afirmado que se trata de un centro modélico en el territorio que da cuenta de la implicación del Gobierno en el plan por la salud mental y en la prevención del suicidio, que ha registrado un total de 500 situaciones de peligro. Además, ha destacado la creación o mejora de unidades de salud mental de otros centros aragoneses.

La plantilla del centro se compone no solo de profesionales de la salud, sino también de maestros para poder continuar con la formación escolar obligatoria. El objetivo es lograr una buena adherencia al sistema educativo y poder integrarse poco a poco tras su alta médica.