Hasta 300 intervenciones se derivarán a otros centros, tras el concurso de acreedores de la Clínica del Pilar

El Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón tenía concertadas hasta 300 intervenciones con la Clínica del Pilar de Zaragoza, que no podrán realizarse en estas instalaciones debido al concurso voluntario de acreedores que anunció ayer el centro y que ha abierto un proceso de diálogo con 73 de sus trabajadores. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha anunciado que se derivarán a otras clínicas de la Comunidad y que no cree que “tenga mucha repercusión respecto a los pacientes y a la lista de espera”.

La clínica ha explicado que se toma esta medida tras tratar de hacer frente a las importantes pérdidas que arrastra, pese a haber realizado unas inversiones superiores a los siete millones de euros en los últimos años.

El centro achaca las pérdidas a “una situación financiera compleja que se incrementó con la llegada de la Covid19, al reducir la disponibilidad de personal sanitario, especialmente de enfermería, con el consiguiente encarecimiento de los costes”. Asimismo, señalan que “la inflación ha encarecido los costes de aprovisionamiento de materiales y suministros”.

Del mismo modo, apuntan que la fuerte competencia, “propiciada por la instalación de otras clínicas privadas que han comenzado a funcionar en el mismo radio de acción de Zaragoza, ha afectado negativamente al restar tanto trabajadores sanitarios como pacientes”.

Desde Sanidad, Repollés ha asegurado que las causas “son ajenas” y que el convenio con la clínica privada incluía “no solo suelo quirúrjico, sino también derivaciones de intervenciones”.

COMUNICADO DE LA CLÍNICA DEL PILAR

Ante esta situación la Clínica ha elaborado un comunicado en el que se recoge que mantienen “una relación fluida con los trabajadores y el Comité de Empresa para alcanzar el mejor acuerdo posible”.

“La Clínica ha optado por un concurso voluntario de acreedores tras tratar de hacer frente a las importantes pérdidas que arrastra en los últimos años, pese a haber realizado unas inversiones superiores a los siete millones de euros”, prosigue el texto, en el que también se detalla que “antes de llegar a esta situación, la Clínica ha negociado en los últimos meses su continuidad con diversos grupos hospitalarios, sin éxito”.

Concluye que las causas del concurso voluntario radican en “la reducción de actividad durante la pandemia, el incremento de costes, el aumento de la competencia y las dificultades de estar en un edificio protegido”.

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