Un estudio sobre las condiciones laborales de los técnicos de cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), elaborado por la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Comisiones Obreras (CCOO), ha reflejado que en Aragón existe un déficit de 1.300 profesionales para garantizar un correcto desempeño de sus funciones y evitar así la sobrecarga de trabajo. En la comunidad y en el conjunto nacional, el ratio de atención es de 10-20 pacientes por auxiliar, mientras que la media de Europa está en ocho pacientes. Solucionar esta problemática, además de lograr un mayor reconocimiento del sector y su inclusión en la categoría C1, son algunas de las peticiones.
Aproximadamente en la comunidad hay 4.000 auxiliares de enfermería, más de 1.000 en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. Para elaborar el informe se han encuestado a 3.000 profesionales de todo el territorio nacional desde octubre a diciembre de 2022 para intentar reflejar con sus respuestas la realidad del sector. “El objetivo ha sido visibilizar la figura de la TCAE y su importancia en el desarrollo del trabajo en los equipos de enfermería, conocer el numero de pacientes que se les asigna, además de conocer la satisfacción laboral o el estrés que sufren”, ha resaltado Delia Lizana, secretaria general de la Federación de Sanidad de CCOO.
Como resultados más relevantes, la TCAE del Hospital Miguel Servet, Patricia Beritens, ha resaltado que la falta de personal y la sobrecarga de trabajo de los profesionales deriva en otras consecuencias que se han reflejado en el informe. Por ejemplo, los auxiliares se ven forzados a tener que doblar turnos, muchas veces de forma involuntaria, y la mayoría de las bajas se dan por estrés. Además, ha explicado que las tareas no están bien delimitadas y existe una falta de organización interna, lo que dificulta el trabajo de los auxiliares.
LOS PROFESIONALES APUNTAN HACIA UNA FALTA DE RECONOCIMIENTO
Los encuestados también apuntan hacia una falta de reconocimiento tanto laboral como social, algo que varía dependiendo de la unidad de trabajo, y la persistencia de agresiones a profesionales. Tampoco están satisfechos con las retribuciones, que en Aragón van desde los 20.000 a los 22.000 euros anuales. Como principales demandas para paliar algunos de los problemas, el sector está trabajando para ser incluidos en la categoría sanitaria C1 y no en la C2, algo que creen necesario elevar al Ministerio, así como crear una figura de coordinación de los técnicos.
“No sabemos qué pasará con el Gobierno que viene, pero es necesario que actualicen las funciones de los técnicos y les recalifiquen profesionalmente desde el Ministerio. En Aragón tendremos que negociar en la mesa sectorial la necesidad de contratar, implementar e incrementar las plantillas y la necesidad del coordinador técnico, que lo llevábamos en nuestras peticiones cuando firmamos el fin de huelga en el mes de marzo. Hay que seguir peleando”, ha concluido Lizana.