El protozoo cryptosporidium, causante del brote de gastroenteritis en Tarazona que ya suma 261 afectados, es resistente a todos los tratamientos que han aplicado Salud Pública del Gobierno de Aragón y el propio Ayuntamiento turiasonense hasta la fecha, como el uso de cloro. Esto obligará a estudiar nuevas medidas, entre las que se valora la “ozonización” o el empleo de luz ultravioleta, según han confirmado este viernes la directora general de Salud Pública, Nuria Gayán, y el alcalde de la localidad, Antonio Jaray. Conocido el responsable de la infección, que ha contraído hasta Jaray, así como el canal de transmisión, en el agua potable, sigue en marcha la investigación para saber cómo llegó a la red.
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Es el punto de partida de un proceso que ha provocado, y así continúa, dolores de cabeza a la administración, porque este organismo microscópico, que “ha venido para quedarse”, según Nuria Gayán, es muy complicado de detectar. De hecho, este jueves se consiguió identificar pero a través de muestras de heces de los pacientes, donde su rastro está “más concentrado”, y sabiendo que todos los afectados habían bebido de la red pública. Para analizarlo en el agua, ha dicho, se necesitan hasta 100 litros en cada muestra, y de acuerdo a Jaray tampoco hay plazos concretos hasta tener una solución.
De momento, Salud Pública se remite a las recomendaciones de los últimos días y añade otra: hervir diez minutos el agua para usos de limpieza, ya que está demostrado que el calor mata al protozoo. Así, Gayán ha vuelto a insistir en lavarse las manos con agua y jabón y no gel hidroalcohólico, “especialmente después de tener contacto con heces”, evitar, si se tienen síntomas, estar con personas que puedan ser vulnerables a la infección, no consumir alimentos crudos, pelar la fruta y continuar con el agua embotellada como hasta ahora. En hostelería, además, recomienda utilizar los lavavajillas al máximo de temperatura o cubiertos desechables.
Según la responsable del área, no hay peligro en ir a las peluquerías, pero se ha optado, de la mano del consistorio, por cerrar las piscinas climatizadas. Por el contrario, no se ha cortado el agua de riego ni la que sale de los propios grifos domésticos, pero se desaconseja su uso.

UN PRECEDENTE EN ARAGÓN Y BROTES ACTIVOS EN ESPAÑA
Igualmente, la directora general ha confirmado que están en contacto con los pueblos de la zona, así como los de la ribera navarra, si bien Tarazona, ha añadido su alcalde, obtiene el suministro potable “aguas arriba” y no en el mismo embalse que el resto de localidades. Gayán ha tratado también de arrojar luz sobre este microorganismo. Utilizando el símil de una semilla, ha comentado que esta no se abre, ni se puede detectar por tanto, hasta que no se encuentra en un ambiente propicio para vivir. En este caso, el cuerpo humano en lugar del agua. Dentro de las paredes del intestino, “se abre porque ve que tiene probabilidades de sobrevivir” y “produce nuevos huevos”. Su ciclo de vida dura dos días.
En Aragón, ha recordado la responsable de Salud Pública, se dio un precedente infeccioso por cryptosporidium en una guardería hace varios años, con cuadros leves. Fuera de la Comunidad, en estos momentos existe un brote en Córdoba y también se han dado casos en el extranjero.
Además, preguntada por la infección de varias personas por consumo de agua en Mazaleón (Teruel), ha matizado que no revisten gravedad y que el alcance es “mucho menor” que el de Tarazona. En cualquier caso, se trata de otro agente patógeno.