El Huesca no vence al Oviedo ni 40 minutos con uno más (1-1)

Pulido con el brazalete de capitán del Huesca en un lance del choque
photo_camera Pulido, héroe y villano del cuadro oscense. Foto: web S.D. Huesca

Empate a poco entre Sociedad Deportiva Huesca y Real Oviedo en un choque marcado por la igualdad entre ambas escuadras. Los visitantes se adelantaban desde el punto fatídico, empatando al instante Pulido con un golazo que optará al mejor de la temporada. Los de Ziganda, 40 minutos con uno más, incapaces de vencer.

El choque empezaba con un Oviedo bien organizado, presionante arriba, tratando de ahogar la salida de balón del Huesca que manejaba pelota en campo propio. En una de esas, robo de la medular ovetense en un pase erróneo filtrado por Blasco y Obeng, sin pensárselo, soltaba un duro disparo que Andrés repelía con brillantez en el minuto 7. Intentaba reaccionar el cuadro de Ziganda, especialmente por la banda de Gerard Valentín, siempre el más activo.

Los locales lo intentarían por medio de Joaquín, con un disparo bastante franco desde la frontal que se toparía con la intervención del guardameta. Sin que fuera un choque de ritmo trepidante, sí que estaban llegando las ocasiones. Abel Bretones recibiría solo al segundo palo, sin rastro de los defensores, pero su zurdazo se marchaba alto cuando Andrés parecía ya batido.

Eso sí, quedaba más que claro que se medían dos escuadras mucho más cómodas sin balón que con él. Precisamente en una contra, Pulido cometía una imprudencia al arrollar a Viti, cuando ya había dado el pase. El colegiado no dudaba y, previa revisión desde el VAR, señalaba el punto fatídico. Lo lanzaría Koba quien, con total tranquilidad, engañaría a Koba para sellar el 0-1 en el 39. Y lo que Pulido quitaba, Pulido lo devolvía.

El zaguero llevaba la igualada al luminoso marcando probablemente el mejor gol de toda la temporada en la categoría de plata. Un centro de Ratiu lo mandaba a las mallas con una semichilena espectacular, alejándola de Braat y firmando así un gol de bandera que empataba el choque antes del ecuador.

SEGUNDA PARTE

Comenzó muy bien el Huesca. Gerard Valentín galopaba por la derecha, levantaba la cabeza y enviaba al área un gran centro que cabeceaba Joaquín a la madera. Los oscenses habían salido con todo buscando el segundo tanto, pero poco a poco el Oviedo volvía a nivelar las fuerzas y, sin meter miedo a Andrés, sí se despegaba del peligro con Koba y Obeng como desahogos principales.

Aunque la balanza se desnivelaría gracias al VAR. Pisotón por detrás de Luismi a Joaquín y roja clara al mediocentro del Oviedo en el 57. Mangel por Koba al campo y los ovetenses se quedaban sin su mayor dosis de magia. No era, de todos modos, superior el Huesca como cabía esperarse de la situación de superioridad. Incluso los visitantes se asomaban por el área de Andrés a falta de que apareciera un mayor colmillo.

Lo intentaría Gerard Valentín en un piscinazo tan claro como antideportivo. El colegiado señalaba penalti, pero de manera inmediata era avisado por el VAR para que revisara las imágenes. Rectificaba, tarjeta amarilla y a seguir. Escriche y Soko eran los últimos cambios altoaragoneses.

Se volcaría el Huesca en los seis minutos de descuento tratando de encontrar el tanto de la victoria. Pudo llegar por medio de Escriche con un remate en escorzo tras centro de Ratiu, pero se marchaba a la parte superior de las mallas, por fuera. Siendo justos, también el Oviedo la tuvo con Abel, ya exhausto, encontrando línea de fondo pero no rematador. Sin que nadie lograra ya romper líneas, empate justo en El Alcoraz, con un 1-1 que no contenta en nada al Huesca y sí a un Real Oviedo que terminó mejor a pesar de estar con uno menos.