La Sociedad Deportiva Huesca cosechó nuevamente un empate. Igual que lo ha hecho en seis de las últimas ocho ocasiones que saltado al terreno de juego. Los oscenses firmaron en esta ocasión unas tablas que, sin dejar mal sabor de boca, disipan el sabor del triunfo entre los aficionados altoaragoneses. Y eso le lleva a estar en tierra de nadie, en esa mitad de tabla donde el playoff queda a un abismo y los puestos de descenso a una distancia manejable. Eso sí, es necesario volver a ganar.
El empate por 1-1 ante el Granada vino precedido por otro idéntico resultado ante el Real Sporting en El Molinón. La victoria ante el Mirandés y la derrota ante Las Palmas, en ambos casos por 1-0, fueron los dos únicos partidos entre paréntesis de las últimas ocho citas, porque el empate fue la única tónica. Tablas a uno ante el Real Oviedo, empate sin goles frente al Cartagena y vuelta al 1-1 cuando se recibió al Albacete. Habría tiempo de ver otro resultado calcado, esta vez frente al Burgos antes de la derrota en La Romareda por 3-0.
Los oscenses están perfectamente abonados a las tablas, preferentemente al 1-1, resultado que ha reinado en cinco de esos ocho enfrentamientos. Este es el motivo por el que el Huesca no ha logrado ser aspirante a los puestos de playoff. Encadenando gran cantidad de empates y sin lograr imponerse a equipos de media tabla, las posibilidad de mirar alto son más que escasas. De hecho, el descenso está a siete por los diez del playoff. Una zona tranquila en la que no se aspira a lo alto y que mucho tendría que torcerse para terminar peleando por el descenso.
PALABRAS DE ZIGANDA
Para el míster, el choque ante el Granada fue “un buen partido de fútbol”. Los dos equipos mostraron “la esencia de cada uno”, con un Huesca “muy bien armado” y capaz de “crear peligrosas contras en un encuentro muy abierto”. “Mi sensación es que hemos tenido más oportunidades que ellos. Estoy satisfecho por la actitud y mentalidad, e incluso por el juego. Lo malo es que, si no ganas, te falta algo. Hay que seguir mejorando muchas cosas, porque no hemos sabido mantener la ventaja”, valoró el entrenador.
De hecho, cree que fue “el partido más completo con y sin balón ante un gran rival”, con la plantilla “muy mentalizada durante los 90 minutos”. Además, les fue “fácil” contragolpear, y ahora deben “repetir más este tipo de partido y de actitudes”. Otra lectura es que le gusta que sus jugadores se sientan “cómodos” con el trabajo. Es momento de rearmarse y lograr, por fin, una victoria fuera de casa la próxima semana ante el Ibiza, porque supondría asentarse definitivamente en la tranquilidad de la media tabla.
