Kanté rescata un punto en Santander que no saca de pobre al Huesca (1-1)

Kanté puja por un balón con un defensor cántabro
photo_camera Kanté marcaba un buen gol al filo del descanso. Foto: S.D. Huesca

Si existía alguna opción de que la Sociedad Deportiva Huesca se enganchara a algo más que la zona tranquila quedó dilapidada en Santander. Empate a poco (1-1) de los oscenses frente al Racing, en un duelo en el que se adelantaban los locales y que Kanté igualaría al borde del descanso. Mejorarían los de Ziganda tras el descanso, pero de manera insuficiente para merecer el triunfo.

Los oscenses saltaban al césped con Andrés en portería; Ratiu, Blasco, Pulido, Florian y Villarrasa, novedad, en la zaga; doble pivote para Timor y Sielva; la parcela ofensiva, con Joaquín, Kanté y Juan Carlos. En el Racing, entre otros, el ex zaragocista Pombo. Precisamente era el primero en intentarlo, ya en el minuto 10, tratando de definir desde fuera ante los de Ziganda, que se cerraban bien alrededor de su área. Y que también buscaban salir rápido a la contra, marrando eso sí en el último pase.

En un choque en el que había poco o nada que llevarse a la boca, torpeza defensiva de los altoaragoneses. Agarrón innecesario a la salida de un balón parado de Villarrasa, con el colegiado delante que no dudaba en señalar los once metros. Si era suficiente o no para ser señalado, dudoso. Se lo pedía Pombo, quien ejecutaba a la perfección y batía a Andrés con un disparo seco y duro, llevando el 1-0 al luminoso a favor de los cántabros en el 26.

Ratiu era el mejor de largo de los oscenses y de sus botas nacía todo el peligro, por poco que fuera. Fue él quien puso antes del tanto santanderino un gran centro a Juan Carlos, rematado de manera imperfecta, y también quien lanzaba un disparo ruso pero centrado a las manos de Parera ya en el 35. Poco después, torpeza mayúscula del capitán, Jorge Pulido, que le costó un gol a su equipo. Gran centro a balón parado que remataba Timor con brillo batiendo al meta local. Eso sí, un segundo antes y de manera absurda, Pulido cometía falta por empujón claro y fingía una agresión que le dejaba en evidencia tras ver la repetición. Tanto anulado y el 1-0 se mantenía en el electrónico.

El premio, aunque sin excesivos méritos acumulados, sí llegaría al filo del descanso. Una pifia en la salida de balón de la zaga cántabra, protagonizado por Rubén Alves, servía en bandeja la pelota tras un rechace a Kanté. No perdonaría, con un zurdazo muy duro que doblaba también la mano izquierda de Parera. 1-1, empate a errores groseros, y balanza equilibrada en el ecuador.

SEGUNDA PARTE

Sin cambios, comenzó la segunda parte. También con una ocasión por cada bando sin peligro. El Huesca, eso sí, daba un paso adelante y al menos buscaba salir de la cueva con más ahínco que en la primera parte, especialmente por el costado tanto de Ratiu como de Joaquín. Un centro de este desembocaba en un disparo forzado y desviado de Villarrasa.

Tampoco el Racing tenía fluidez ninguna. Intentaba el técnico local meter más piernas frescas con Sangalli en lugar de Pombo, aunque el zaragozano estaba siendo el mejor del partido. Con el Huesca creciendo, Obeng y Valentín por Kanté y Joaquín. Y poco después Kento y Lombardo por Timor y Juan Carlos.

El choque se fue igualando, perdiendo fuelle la escuadra de Ziganda tras las permutas. No ayudaron a ese paso adelante definitivo, aunque sí se hubiera dado un salto respecto a la primera mitad. Eso sí, cabe destacar en todo momento el partidazo de Ratiu. Entró el encuentro en esa fase donde no perder en el descuento el botín ganado anteriormente. Y al menos eso se consiguió.

Final del partido en tierras cántabras con un 1-1 que se podía considerar justo visto lo visto en el terreno de juego. Los de Ziganda regalaban la primera parte, apretaban más en la segunda pero tampoco generan un fútbol lo suficientemente prolífico como para llevarse el choque. Un empate que no saca de pobre a ninguno.