Juan Carlos somete al Burgos en tres minutos y sentencia la permanencia del Huesca (2-1)

Juan Carlos anotó su doblete en el descuento de la primera mitad. Foto: LaLiga
photo_camera Juan Carlos anotó su doblete en el descuento de la primera mitad. Foto: LaLiga

Tres minutos necesitó el Huesca para acabar con el Burgos y dejar sentenciada la permanencia en Segunda División. Dos goles de Juan Carlos en el descuento de la primera mitad acabaron con el cuadro manchego, que desapareció a la media hora de partido e incluso falló un penalti que habría puesto emoción a la segunda parte. Los de Ziganda se recomponen al tropiezo de hace siete días y recuperan la solidez en El Alcoraz.

Ziganda, como casi cada semana, mantenía sus rotaciones e introducía esta vez a Carrillo en el once titular, más de dos meses después de su última aparición de inicio, y con Juan Carlos arrancando desde la banda para terminar la jugada por dentro. El técnico recuperaba a Florian para el lateral zurdo y podía contar finalmente con Andrei Ratiu, que era duda hasta última hora, pero perdía a Joaquín Muñoz por lesión. El Burgos, por su parte, quería aprovechar la derrota del Albacete para recuperar el puesto de playoffs con el bloque que venció la semana pasada al Racing de Santander, y la única novedad de Castel en la punta del ataque.

Nada hacía indicar que fuera a ser un partido de grandes ocasiones entre dos equipos que priorizan ante todo la solidez del bloque y la puerta a cero, pero, sorprendentemente, el choque arrancó abierto y con intenciones alegres. El primer acercamiento fue para el Huesca, con un intento de Juan Carlos tras un saque de esquina que atrapó Caro con ciertos apuros. Respondían los burgaleses con otro córner que peinó Castel, Valcarce no llegó a rematar y Andrés tiró de reflejos sobre la línea para evitar el gol visitante.

Los porteros se convirtieron en protagonistas cuando el reloj llegaba al minuto 10. Andrés tuvo que volver a intervenir para despejar cerca del palo un disparo de Castel dentro del área. No fueron menos las dos manos que sacó Caro para salvar el gol oscense, primero en un remate de Carrillo que se dirigía a la escuadra y después en un cabezazo de Pulido en una falta lateral mal defendida por la zaga manchega, que dejó que el capitán azulgrana rematara sin oposición.

El Burgos tenía más balón y era el que más proponía en El Alcoraz, pero fue con un error de Juan Carlos cuando volvieron a acercarse a la meta de un Huesca que quedaba a merced de los blanquinegros. Curro recuperó en campo rival y, aunque el disparo lo tapó Blasco, el balón quedó muerto en la frontal para que Mumo sacara un fuerte misil que salió rozando el palo de Andrés. El propio centrocampista sirvió un buen balón a Valcarce dentro del área, pero se quedó con poco ángulo y estrelló el balón en el fondo de la red.

El primer asalto era para los visitantes, que obligaron otra vez a Andrés a tirar de reflejos y lucirse para evitar el gol de Valcarce de semichilena en un saque de esquina. Pero el fútbol va de anotar las ocasiones, y eso lo hizo el Huesca… hasta que intervino el VAR. Juan Carlos supo cazar en el segundo palo un remate deficiente de Obeng que no iba a llevar mayor peligro, pero el “22” apareció de la nada para anotar el 1-0. Tres minutos después, Cordero Vega fue avisado por Ocón Arraiz de un fuera de juego de Obeng, que invalidó el tanto azulgrana.

Quiso aprovechar el Huesca el arreón tras el gol anulado en los compases finales de la primera parte. Sielva estrelló en la barrera una falta en una posición idónea. Fue ya en el descuento cuando el Huesca acertó para batir a Caro, y por partida doble. Ratiu se subió la moto para llegar hasta línea de fondo, Obeng prolongó el pase de la muerte y Juan Carlos desde el punto de penalti superó al portero blanquinegro de un sutil disparo ajustado al palo. Y no se quedó ahí. En otra aparición de Ratiu en ataque, volvió a encontrar a Juan Carlos para, de nuevo, superar a Caro de un disparo cruzado, esta vez dirigido al palo derecho de la portería.

SEGUNDA PARTE

Ziganda mantuvo intacto su equipo para la segunda parte, mientras que Calero metía más pólvora con Bermejo y Mourad para buscar la remontada. Pero fue Caro quien mantuvo con vida al Burgos con dos paradas milagrosas, primero al remate de cabeza de Carrillo y después al rechace de Blasco. Lo siguió intentando el Huesca a la contra, pero Obeng se durmió en el área y Goldar taponó su disparo.

Poco quedaba del Burgos dominador y ofensivo de la primera media hora, que se esfumó tras el gol anulado por el VAR. Quería reaccionar con un córner y un centro lateral que apenas inquietaron a una defensa azulgrana segunda en su clásico 4-4-2 y atenta a las ayudas. Pero eran conscientes de que un mínimo error les iba a meter en el partido. Cristian Salvador cayó en la trampa, derribó a Curro dentro del área y Cordero Vega señaló el punto de penalti. Hasta en estas le salió cara al Huesca, ya que Álex Bermejo mandó el balón directamente fuera, a la derecha de Andrés Fernández.

El penalti fallado no varió los planes del Huesca, que rozó el tercero un minuto después con un certero remate de Obeng que hizo volar a Caro, y acabó de apagar al Burgos, que apenas se asomó más por el área de Andrés Fernández. Quiso sorprender Curro desde 30 metros, pero no sorprendió al portero azulgrana.

El partido avanzada hacia un estado somnoliento, a pedir de boca para el Huesca, con poca acción y con la sensación de que si algo iba a acabar con la siesta de sobremesa iba a ser el 3-0. Ziganda trató de cerrar el partido con Javi Martínez y Marc Mateu, mientras Calero agotaba sus balas con Juan Hernández, Navarro y Artolá. Ya en el 94, Ocón Arraiz avisó a Cordero Vega de una mano de Florian en el área y volvió a señalar el punto de penalti. No falló esta vez Curro, pero apenas hubo tiempo para más.

No hubo más historia y el Huesca certificó un triunfo que logró en apenas tres minutos del descuento de la primera mitad y del que apenas se preocupó durante una segunda mitad que tampoco pasará a los libros de historia. Tres puntos con los que el Huesca se resarce de la derrota de la pasada semana ante el Alavés y retoma su fortaleza en casa, clave en la temporada oscense ante la profunda inconsistencia que muestra lejos de su feudo, y que le ha alejado de cualquier opción de aspirar a algo más esta temporada.