El Huesca alarga una agonía fuera de casa que dura más de medio año

El Carlos Tartiere vivió un acontecimiento único con Carrillo como protagonista, porque anotó el 0-1 definitivo
Los jugadores de Andorra y Huesca se chocan las manos antes del partido
photo_camera Los oscenses cayeron contra el Andorra y todavía tienen que sumar 50 puntos

Más de seis meses han pasado desde que la Sociedad Deportiva Huesca lograse su última (y única) victoria fuera de casa de la temporada. El Carlos Tartiere vivió entonces un acontecimiento único con Carrillo como protagonista, porque anotó el 0-1 definitivo y, más de medio año después, no se ha vivido otra. En esta ocasión fue el Andorra quien venció a los de Cuco Ziganda, que se mostró enfadado tras la derrota a domicilio.

Desde entonces, el balance no ha sido nada bueno. En una hipotética clasificación a domicilio, el Huesca solo tendría por debajo con menos puntos al Málaga, al Ibiza y al Lugo. Menos mal que solo hay tres mejores en casa, porque si no, la temporada hubiese sido muy dura. Eso está salvando a un cuadro oscense que solo se marca ahora como objetivo dejar zanjada la permanencia.

El míster se mostró molesto, y aun más, aseguró que se encontraban “decepcionados otra vez” con lo sucedido en el Estadio Nacional de Andorra. La derrota llegaba en un momento clave, y ahí también disipó el técnico todo tipo de mariposas, porque “hay que llegar a los 50 puntos como mínimo”. Ese es el objetivo y no sirve de nada pensar si llega o no algo más. “Nos jugamos muchísimo, así que pocos despistes, pocas tonterías”, aseveró de forma contundente tras el partido.

A pesar de que Ziganda consideró que habían jugado bien en los compases iniciales al Andorra, el partido se fue complicando “para terminar con muchos parones y poco juego”. En el primer tiempo estuvieron “bastante bien”, pero a la vista está que no fue suficiente para sumar al menos un punto. “Creo que pocos equipos han incomodado tanto al Andorra en su campo, con tres o cuatro opciones claras, pero ellos tuvieron el acierto que nosotros no y eso ha marcado el partido”, señaló el entrenador.

ADELANTE SIN DETENERSE

Ziganda no piensa en lo sucedido. No se fue contento de un partido con muchos parones y acciones externas. Le preocupó ver a un Huesca que estuvo “más pendientes de si pitaban faltas o no que del juego”, declaró. Todas las derrotas duelen, pero “es cierto que cada vez queda menos tiempo” para cerrar objetivos y siente el mal sabor de haberse ido del partido. Es momento ahora de sumar un triunfo porque en juego hay un dinero que necesita el Huesca.

El próximo rival, el Tenerife, visita El Alcoraz en las mismas condiciones que el Huesca. El triunfo pondría los 49 puntos en el casillero y serviría para despedir de forma definitiva los quebraderos de cabeza clásicos hasta que se llega a 50. En esta tesitura se encuentra un Cuco Ziganda que, aun así, avisa a los navegantes: el equipo tiene mucho en juego cada partido.