El Huesca pierde un punto en el descuento y estira la espera por la permanencia (2-1)

El Leganés venció por 2-1 al Huesca en un partido que parecía que se repartirían los puntos
Leganés - Huesca
photo_camera El Leganés venció el Huesca por 2-1 y encarriló la permanencia. Foto: S.D. Huesca

Volvió a caer el Huesca a domicilio, esta vez en Butarque. Todo caminaba al empate número 19 de los altoaragoneses hasta que se torció con un penalti pitado en el 85 y ejecutado casi diez minutos más tarde. El Leganés venció por 2-1 en un partido que parecía que se repartirían los puntos, pero una mano de Blasco y una revisión eterna terminaron con el Huesca. El colegiado Gorostegui Fernández fue excesivamente protagonista y Ziganda terminó expulsado.

Comenzaban los oscenses la jornada 39 con Andrés en portería y tres centrales para custodiarlo: Rubén, Jorge Pulido y Florian Miguel. Los carriles eran para Ratiu y Marc Mateu. Más adelante, en el centro del campo, Timor y Cristian Salvador se ubicaban en el doble pivote, mientras que Gerard Valentín y Juan Carlos tomarían los interiores. Arriba, Kanté se colocaba en punta. Franquesa o Karrikaburu serían amenazas serias del conjunto pepinero.

Intercambio de golpes en los primeros compases que servían de tanteo con dos equipos buscando salir de la zona baja. Los acercamientos no eran demasiado serios para ninguno de los dos. Pero una semana después de hablar de las maravillas de Andrés en Málaga, Butarque sería otra cosa. El arquero no repelía nada bien un disparo sin demasiada complicación y dejaba muerta para que Karrikaburu solo tuviese que empujar. 1-0 en el minuto 7.

Intentaban los de Ziganda rematar a balón parado, pero Kanté lo enviaba fuera y, en la contra, Rubén Pulido veía la amarilla. El Leganés había salido con una marcha más, especialmente con Franquesa por la izquierda, que se convertía en un quebradero de cabeza. Sin embargo, sería por la banda de Miramón cuando estuvo cerca de hacer el segundo, con Karrikaburu rematando y Andrés conseguía repeler. Ya en el minuto 17, una falta con pisotón incluido que obvió el colegiado provocó el enfado de Gerard Valentín.

Corría el 21 cuando Marc Mateu estuvo cerca de hacer las tablas. Una gran acción de Ratiu y su centro, mal defendido por la defensa del Lega, terminó en las botas del carrilero, que no consiguió ver puerta con su remate. Tras varios minutos vacíos, llegaría el gol oscense, con suspense, eso sí. Un remate de Pulido que entre Nyom y el palo dejarían a Juan Carlos Real sin ángulo, pero no le impedía golpear al larguero, al palo y el fondo de la red. Gol en el minuto 41 y 1-1 al filo del descanso, al que se llegaría con ese resultado.

SEGUNDA PARTE

Jeremy Blasco y Obeng entraban al terreno de juego en detrimento de Rubén Pulido y Kante antes del segundo asalto. Pero fue el Leganés quien estuvo a punto de hacer el segundo nada más comenzar, con una dejada de Nyom que no acertaron a enganchar los delanteros locales. Pero Andrés tenía que emplearse, porque los locales lo intentaban incluso de chilena.

No se veían grandes cosas en la última media hora por una u otra cuestión. Entre la malas decisiones finales, la falta de efectivos allá donde iba el pase final o la mala puntería, no se movía el marcador. Las ocasiones tampoco eran muy claras, más allá de un disparo de Raba que obligaba otra vez a emplearse a fondo a Andrés en el 75. El humor lo puso un balonazo al árbitro, pero poco más. Eso sí, hasta el minuto 85. Blasco pegaba con la mano el balón y, tras casi diez minutos de revisiones y tarjetas de todos los colores, se ponía por delante. Qasmi sentenciaba al Huesca en el 94.

Finalmente, 2-1 que alarga la espera por la permanencia en el Huesca. El Leganés coge mucho aire en esta batalla por aguantar en Segunda División y los de Ziganda tendrán todavía que sumar para llegar a los 50. Y precisamente el míster fue expulsado por dirigirse al colegiado. En cuanto a los puntos, son 48 y hacen falta dos en el camino para garantizar la continuidad. La próxima jornada debe servir para culminar ante la Ponferradina, y debe ser con una victoria, porque la afición lo merece.