Satisfecho, muy satisfecho, se ha mostrado Cuco Ziganda tras atar la permanencia de la S.D. Huesca teniendo en cuenta las complicaciones que ha mostrado el conjunto oscense para alcanzar la salvación en la recta final. Sí ha estado un poco mosca con el ambiente vivido: “Aquí nadie sentía lo que nos estábamos jugando, pero nosotros sí”, ha lamentado el técnico, añadiendo que “el partido pesaba porque si no se ganaba se alargaba todo una semana más”.
En este sentido, se ha referido también tras ser cuestionado en la sala de prensa del Alcoraz por los pitos llegados desde el graderío, donde ha vivido el choque cumpliendo el primero de los dos partidos de sanción. “Respeto, faltaría más, llevan mucho más tiempo que yo en Huesca y los que pitan llevarán 20 o 30 años de seguidores”, ha explicado.
Un choque donde se ha vivido un ambiente más bien frío. En este sentido, Ziganda ha comentado que “cualquier día hay más ambiente en la previa que hoy, pero hay que admitir las cosas”. Y también ha sido exigente al afirmar que es el primero “que quiere más, el público también y está en su derecho de exigir”.
Respecto al encuentro, el entrenador ha explicado las dos partes diferentes en las que lo desgrana, una antes del doble palo de Naranjo y otra después. “Hasta esa jugada muy bien, con bastantes más remates y llegadas que ellos, pero el palo nos ha hecho pensar, nos ha frenado, creado incertidumbre y dudas”. Por ello, ha reconocido que “en el segundo tiempo estábamos más pensando en amarrar, que pasara el tiempo, que en jugar y se ha hecho largo”.
Un Ziganda que ha insistido en estar “muy contento con certificar la permanencia porque cuesta mucho”, admitiendo para concluir que no están “llegando sobrados en ningún sentido a final de temporada”.
