La Sociedad Deportiva Huesca afronta un verano marcado por la economía de guerra a la hora de fichar. Eso no suele ser problema para un director deportivo como Ángel Martín González, capaz de sacar el máximo partido a una tesitura complicada. Lo ha demostrado muchas veces a lo largo de su trayectoria. Una de las primeras cuestiones con las que deberá lidiar está en la portería, que queda en el aire.
Con Álvaro Fernández apurando sus opciones de seguir en Primera División y a la espera de resolverse la situación de Andrés, solo Juan Pérez tiene contrato. El arquero de Almudévar firmó en enero hasta 2026 y tiene encarrilada esa continuidad en tierras altoaragonesas. A estas alturas, el mercado todavía no se ha abierto, por lo que habrá que armarse de paciencia antes de llegar a la resolución de los asuntos.
La Sociedad Deportiva Huesca cuenta con Álvaro Fernández, arquero cedido en el Espanyol que, dicho sea de paso, no ha cuajado una gran temporada. Apenas ha disputado once partidos esta temporada en Primera División, con varios errores que costaron puntos y su suplencia. Especialmente graves fueron ante la Real Sociedad y, sobre todo, frente al Valencia. Aun así, su idea siempre ha sido formar parte de una escuadra de la máxima categoría, lo que no quita para que tenga un contrato que cumplir en Huesca.
Otro Fernández, esta vez Andrés, ha terminado contrato y la Sociedad Deportiva Huesca suspira por mantenerlo, consciente de la dificultad. El arquero ha sido titular las dos últimas temporadas, y si se quedase, estaría por delante de Álvaro. Martín González ya advirtió en su comparecencia de la dificultad para retenerlo, y aunque la pelearán, se antoja complicada. Nuevamente, habrá que remitirse a la espera para conocer el desenlace.
PREPARANDO EL NUEVO AÑO
A pesar de que la mala tesitura económica del Huesca, Ángel Martín González prometió en su última comparecencia un equipo competitivo. Si bien el primer objetivo son los 50 puntos, como corresponde al conjunto altoaragonés, no se va a renunciar a nada. A partir de ahí, crecer y esperar la carambola. El director deportivo ya se ha puesto el mono de trabajo ante uno de los veranos más complicados del Huesca.
