El Cuco Ziganda ha incidido en estas semanas en jugar con tres centrales. Fotografía: S.D. Huesca.

El objetivo de la S.D. Huesca durante esta pretemporada está más que claro. Mejorar la producción ofensiva y crear más ocasiones de las que realizaba el año pasado. De hecho, la idea de Ziganda es seguir con la buena base defensiva que caracteriza al club oscense, pero mejorar a la hora de salir con el balón controlado. «El año pasado éramos un equipo muy difícil de batir y eso lo tenemos que mantener. Sí que es verdad que con balón, la fase ofensiva a veces se nos complicaba un poco y jugábamos demasiado en largo. Estas semanas estamos trabajando en esa salida desde atrás para poder tener más fluidez en la circulación y llegar a zonas de ataque con más claridad», ha constatado el defensor Ignasi Vilarrasa.

Igualmente, esto ha tenido un movimiento en la formación del equipo. Y es que el Cuco Ziganda ha incidido en estas semanas en jugar con tres centrales. «El entrenador está trabajando bastante esa línea de tres centrales con dos carrileros. Es algo que ya tenemos bastante trabajado del año pasado, porque ya jugamos así bastantes partidos», ha analizado el de Granollers, que ha puntualizado que «es una formación en la que me encuentro muy cómodo. Me gusta atacar y tener tres centrales detrás te da más libertad». De todas formas, Vilarrasa considera que «en el sistema de cuatro nos sentimos cómodos todo el equipo, pero creo que también es bueno dominar otros sistemas».

En este sentido el defensor es consciente de que «el equipo del año pasado tiene unas bases establecidas, sobre todo a nivel defensivo y de orden, y la pretemporada nos viene bien para adquirir nuevos conceptos de ataque o del sistema de tres centrales. Poder mejorar esas pequeñas cosas que nos costaron del año pasado puede hacer que el equipo sea más completo en este».

SU DINÁMICA PERSONAL

Villarasa es consciente de que el año pasado le costó entrar en la dinámica del equipo y sumar minutos. No fue hasta la décima jornada que el defensor obtuvo continuidad jugando dos choques consecutivos como titular, pues en el resto jugó una media de 15 a 20 minutos. De todas formas, todo su año fue muy inconsistente alternando titularidades en algunos con choques con pocos minutos en otros. «El año pasado me costó un poco arrancar, fue un año de adaptación en el que fui de menos a más», ha comentado al respecto el catalán, que quiere volver a la última etapa de la temporada. «Al final pude jugar bastantes partidos ya fuera de inicial o desde el banquillo y estaba cómodo tanto en el sistema de cuatro como en el de cinco», ha explicado.

Finalmente ha querido recalar en que la principal fuerza de la S.D. Huesca siempre ha sido «el grupo, pues somos una familia y creamos un ambiente que hacíamos que todo saliera bien en el campo, a pesar de los resultados». De esta forma es más fácil abordar una competición tan dura como la Segunda División. «Es una Liga muy competida y hay muchos partidos. Dentro del vestuario la competencia tiene que ser sana y buena, pues esto al final te hace mejorar tanto en el día a día», ha acabado.

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