Sigue sin ganar la Sociedad Deportiva Huesca. En esta ocasión, el cuadro aragonés volvió a ver la peor cara del fútbol en Butarque, ante un Leganés en las alturas a su costa. Lo intentó el cuadro oscense, pero tiene esa ausencia de gol que le permite competir. Si a eso se le añade una defensa irreconocible, el resultado es, concretamente, de 2-0. Miramón y Franquesa anularon la propuesta de Ziganda con dos goles decisivos.
Cuco apostaba por Álvaro en portería y una defensa de circunstancias compuesta por Loureiro y Blasco de centrales con bandas para Vilarrasa y Nieto. Sielva y Kortakarena en el doble pivote, mientras que Gerard Valentín y Javi Martínez harían de interiores. Obeng y Joaquín Muñoz estarían en punta. Los exaltoaragoneses Dani Raba y Jorge Miramón o Franquesa estaban llamados a ser hombres clave en el Leganés. Y vaya si lo fueron.
Momento de tanteo en los primeros diez minutos, donde un par de faltas de Joaquín y Vilarrasa paraban de forma definitiva un juego ya de por sí muy lento. Como mucho un par de saques de esquina para cada uno, con el Huesca menos acertado todavía que un Leganés que, al menos, en la segunda jugada centró para que rematase fuera Luis Perea. Eso sí, sin peligro en el minuto 11. Nada más hasta el 15 en un partido que, hasta entonces, se presentaba poco interesante.
Un centro de Jorge Miramón era lo más peligroso de unos primeros 20 minutos de juego sin tiros a puerta, donde únicamente Neyou lanzó un balonazo que, posiblemente, salió de Butarque. Partido soso soso en tierras madrileñas, donde lo único que se movía era el marcador que señalaba el minutaje. Joaquín quería cambiar la tendencia robando fantástico para internarse en el área, pero su centro lo enviaba a córner Diego Conde. En el saque de esquina, el Huesca no encontró rematador.
Tras un acercamiento local que solo sirvió para cortar la monotonía, el Leganés probó a Álvaro. Se cumplía la media hora cuando Neyou tanteaba al meta. Lejano, duro, centrado. El arquero no logró blocar el balón, pero finalmente, en la búsqueda del rechace había fuera de juego. En el área rival, podía decirse que al Huesca le estaba costando mucho. Ni Joaquín ni Obeng conseguían acercarse a los territorios de Diego Conde. Volvía a faltar la chispa, el gol, el último pase. Lo necesario para ganar.
Y en esa tesitura pasó lo previsible. Jugada extraordinaria de Miguel de la Fuente por banda derecha hasta llegar a línea de fondo para poner el pase de la muerte justo a donde estaba Jorge Miramón. El lateral, muy elegante, anotó y no celebró el 1-0 en el minuto 42. Poco más de ahí a un descanso donde la Sociedad Deportiva Huesca tenía la misión de levantarse para no quedar moralmente hundido.
SEGUNDA PARTE DE SENTENCIA
Javi Mier y Hugo Vallejo eran los elegidos para ser revulsivos en detrimento de Kortajarena y Joaquín. Naim hacía lo propio por el goleador Miramón, lesionado en el último tramo de la primera parte. Y al menos al principio funcionaba, porque Mier filtraba a Sielva un pase donde solo falló el centro definitivo. Así llegaría la más clara del Huesca. Javi Mier robaba, le daba el cuero a Gerard Valentín para que se la devolviese y se plantase en el área rival. El descomunal zapatazo dio en el larguero y después en el palo cuando se cantaba el golazo y, en una segunda jugada clarísima, los oscenses no consiguieron rematar en condiciones.
El Huesca se acercaba. Le habían venido muy bien los cambios. Y eso que Miguel de la Fuente se quedó en el área para rematar, aunque fallase en la decisión final. En estas, Diego Aznar ocupaba el sitio de Samu Obeng, que se retiraba con mucho trabajo y poco resultado. Pero el Leganés volvía a tener la suya, con un remate de Dani Raba al palo en el 78 y Álvaro evitando el segundo de Diego García en el rebote.
La respuesta llegaba de un disparo lejano en las botas de Javi Mier, y en el rebote, otro Javi, esta vez Martínez, lanzaba para que atrapase Conde en el 72. Un minuto después era Gerard quien probaba de cabeza. Poco duraría la intentona. Concretamente hasta el 77. Una pérdida de Javi Martínez dejó a Franquesa con el balón en el centro del campo. Y empezó a correr. Y a correr. A correr hasta que se plantó ante Álvaro para recortarle y anotar el 2-0.
La evidencia de su falta de gol se vio en el 82, cuando Sielva puso un caramelo en el área y nadie llegó a rematar. No puede la Sociedad Deportiva Huesca. Si a la falta de gol se le une una defensa blanda y una pérdida decisiva, los chicos de Ziganda se hunden en lo más bajo de la tabla. La reacción es ya urgente.