Cuatro puntos de 18 posibles son unas cifras que debe mejorar la S.D. Huesca. Fotografía: LaLiga.

La situación de la S.D. Huesca es cualquier cosa menos clara y sencilla. Cuatro puntos en seis partidos son unas estadísticas pobres para el equipo de Ziganda que necesita tener un lavado de cara si realmente no quiere preocuparse, desde ahora en adelante, por pelear por la salvación durante todo el año. Este pasado sábado, Óscar Sielva marcó un auténtico golazo para hacer el empate a dos frente al Villarreal B, pero el conjunto oscense no va a tener todos los días una bota tan inspirada como la del centrocampista, ni la fortuna de recibir una falta en la posición perfecta para un especialista.

El punto no vale en términos generales y la S.D. Huesca se encuentra en la cuerda floja y entre dos complicadas aguas como son la zona de descenso y la de la permanencia. Justo en la decimonovena posición se haya el equipo de Ziganda, que necesita cosechar una victoria. Tres valiosos puntos darían una gran confianza al equipo y ayudaría a abandonar una cuerda floja de la que la S.D. Huesca podría caerse, pues actualmente se encuentra entre la espada y la pared con una media de más de un gol en contra por partido (ocho goles en seis jornadas) y sin llegar al gol a un tanto a favor por choque (cuatro goles azulgranas).

Por otro lado, el miedo a perder podría ser uno de los males de la S.D. Huesca. La inseguridad y la necesidad imperiosa de ganar son dos temores que el equipo debe abandonar para ofrecer un mejor juego que transmita ocasiones y a su vez estas desencadenen goles. Por otro lado, fallos defensivos, pérdidas tontas o indecisiones, como en la primera mitad ante el Villarreal B, deben ser corregidas inmediatamente. La sensación de inseguridad defensiva transmitida este pasado sábado fueron alarmantes, siendo los dos goles en menos de media hora de choque y entre 15 minutos entre sí, y la S.D. Huesca tiene que volver a intentar reencontrarse consigo misma y obtener fortalezas en ambas áreas, la rival y la propia.

No obstante, la realidad es que la S.D. Huesca logró el sábado un punto, que de no haber creído no habría podido cosechar. A Óscar Sielva no le importa echarse el equipo a la espalda y demostró con un auténtico golazo de falta que sí se cree, se puede. Eso sí, estaría mejor que el empate, o un futuro triunfo, llegará mediante goles corales y no por destellos individuales, porque los de Ziganda no podrán vivir así eternamente, al menos no en una Segunda División en la que cada equipo es un bloque y los detalles, individuales o colectivos, condicionan los encuentros.

LA VISIÓN DE ZIGANDA

Una vez concluido el encuentro, el entrenador de la S.D. Huesca, Cuco Ziganda, reconoció que no le gustaron los cánticos escuchados en su contra, aunque «es fútbol» en su opinión. Asimismo, el técnico constató que «no me va a afectar, pero no me gusta. No es bueno para el equipo y todos salimos perdiendo. No ayuda a que tengamos más opciones de remontar». En relación a esto, Ziganda considera que «el año ha empezado un poco raro en todos los sentidos. No estamos siendo capaces de parar ese «run run» con el que hemos empezado el año. Es una pena porque cuando todas las cosas van bien todo el mundo se une, pero ya sabemos que en el fútbol no hay termino medio. Hay que mantenerse muy firme».

Respecto al encuentro, Ziganda matizó que «creo que hemos estado mejor el primer tiempo que el segundo. Y el primer tiempo hemos ido perdiendo 0 2, planteamiento nuevo, no habíamos jugado así, pero hemos estado mejor que otras veces». Además, el técnico matizaba que el segundo tiempo «ha sido más con el corazón que con la cabeza y hemos estado por momentos desordenados. Se notaba el cansancio«. Al menos, el equipo de Ziganda consiguió el empate sobre la bocina, pero el técnico recuerda que «no estamos satisfechos con el partido porque queríamos ganar. No nos hemos merecido la victoria. No hemos terminado de hacer ese partido completo que nos gustaría hacer». Al final, el técnico considera que «defensivamente podemos trabajar más, pero sobre todo mejor, más no sé si se puede porque lo estamos intentando e incidiendo en este aspecto, pero por ahora no está dando resultado».

Finalmente, el técnico explicó que «el ambiente no ha sido fácil para estar ahí dentro, pero es nuestra profesión y tenemos que manteneros firmes». En este sentido, a Ziganda le gustó la unión mostrada en el segundo gol, que ayuda a que «el grupo esté junto» pese a las dificultades. No obstante, el míster no escondió que está siendo «un inicio muy complicado en todos los sentidos. Son seis jornadas y entre una cosa y otra nos está costando muchísimo. A ver si somos capaces algún día de ganar, pero no va pasar porque sí, lo tenemos que hacer nosotros», sentenció Ziganda.

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