El resultado era lo único que importaba y buscaba la S.D. Huesca en su visita a Alcorcón y lo cierto es que lo consiguió. Triunfo por 0-2 de los oscenses, el primero de la temporada, ante un rival que ofreció todas las facilidades del mundo para explicar el resultado final. Eso sí, con una imagen por parte de los de Ziganda pobre, muy pobre, y que de poco le servirá ante rivales de mayor enjundia.
Ziganda saltaba al césped con la necesidad de tres puntos y con Álvaro Fernández en portería, resguardado en primera instancia en la zaga por Nieto, Loureiro, Pulido y Martos; Sielva y Mier se repartían la zona de máquinas, flanqueados en bandas por Javi Martínez y Hugo Vallejo. Arriba, Kanté y Obeng para ponerle el picante al ataque. Enfrente, un Alcorcón que hasta el momento también está acusando una importante falta de fútbol en este arranque de LaLiga Hypermotion. Y en Santo Domingo, aroma a choque vital para la permanencia pese a estar en la jornada 7.
Pareció salir algo más metido en el encuentro el bando local. Al menos con mayor intención de adelantar líneas y aparecer por campo contrario. Especialmente activo Addai con dos intentos, el principal en el 18 con un disparo que lamía el poste izquierdo defendido por Álvaro. No merecía nada el Huesca, pero lo encontró. Lo hizo a balón parado, no podía ser de otra manera, con un caramelo de Sielva (otro más) y con Loureiro como ejecutor de cabeza ante la pasividad de la zaga alfarera. Sin proponer pero gol de oro para los altoaragoneses, que tenían mucho tiempo por delante todavía para atar los tres puntos.
Eso sí, dio paso a buenos minutos. En la primera asociación en campo rival, la pelota acababa en Hugo Vallejo , probando con un zurdazo desde la frontal que se marchaba algo lejano. Pero ya se veía algo más de los de Ziganda. El Alcorcón se había quedado en meros propósitos, dando paso a una verbena impropia de la categoría de plata y el Huesca estuvo listo para aprovecharlo. En el 24, balón al espacio a Obeng, que corría sin oposición alguna en dirección a portería y batiendo con tremenda comodidad a Jesús Ruiz. 0-2 y partido encarrilado.
Aunque a pelota parada intentaría recortar distancias Chema, lanzando fuera con su testa un buen balón del veterano Javi Lara. Pulido sólo miró. Neglicencia cometía también Martos en un lance absurdo. Anotaría el Alcorcón pero el colegiado, VAR mediante, lo anulaba por un leve contacto con el lateral que, pese a existir, había dejado en evidencia al defensor por su debilidad. Sólo el Huesca podía meter en el partido a los locales y parecían empeñados en hacerlo por su escasa contundencia.
Por si le faltaba poco al Alcorcón, el ex del Huesca Morillas lesionado y primer cambio agotado antes del descanso. Un intermedio al que se llegaría con 0-2 en el luminoso, marcador desnivelado y probablemente abultado por los méritos realizados por ambos equipos. Pero los méritos en el fútbol valen de poco. Y si no que le pregunten a Addai, que lo había intentado de todos los colores sin encontrar las mallas.
SEGUNDA PARTE
El Alcorcón tiraría en el descanso de la figura del veterano Dyego Sousa, su mejor futbolista. Y también de buscar la heroica. Porque a pesar del escaso fútbol, al menos sí trataban de cargar el área con centros laterales. En principio con Pulido y Loureiro cumpliendo de sobra en todos los envites. A Ziganda le salió su lado conservador una vez más y fue Kento el primer cambio en su equipo, con Obeng como sustituido. Reforzar el centro del campo perdiendo un efectivo arriba, vamos.
Pero el plan de que pasaran los minutos y nada sucediera funcionaba. Álvaro Fernández, de hecho, no había olido el balón en 60 minutos. Y cuando lo hacía era sin ningún tipo de problemas. El Alcorcón era incapaz de crear peligro y el Huesca lo sabía, jugando en cada lance con inteligencia a sabiendas de que no eran ellos los que tenían que arriesgar. Ziganda movía el avispero dando entrada a Joaquín y Jeremy Blasco por Javi Mier y Hugo Vallejo. Más movimientos defensivos.
Y tanto se hundió el Huesca que al final el Alcorcón tenía que llegar. Artola sellaba la más clara, en el 82, con un cabezazo espléndido que se encontraba con una parada todavía mejor de Álvaro. Curioso con tres centrales y un mar de zagueros altoaragoneses permitir una ocasión tan clara. Vilarrasa y Bolívar serían los dos últimos cambios oscenses. Si los locales tuvieron alguna opción, remota, era más por demérito oscense que por mérito propio. Por el miedo, acostándose demasiado atrás. Víctor García lo intentaría desde fuera del área estrellando su disparo en el lateral de la red. No había forma. También de cabeza, pero tampoco.
Y el Huesca cosecharía así su primer triunfo de la temporada, con el 0-2 definitivo. Sin duda el resultado era lo mejor y lo único importante, pero la pobre imagen de los oscenses en Santo Domingo tampoco invita a la tranquilidad más absoluta. El Alcorcón, con escasas habilidades, fue mejor por momentos y eso debería ocupar a Ziganda si no quiere que el castillo de naipes siga cayéndose con frecuencia.