Hidalgo llama a la calma y sabe que los derbis son choques en los que la dinámica importa poco. Fotografía: LaLiga.

Un día más es un día menos para el derbi entre el Real Zaragoza y la S.D. Huesca. A partir de las 18.30 horas de este sábado, los dos conjuntos aragoneses se batirán en un duelo en el que ambos llegan necesitados de una victoria. «Si el Real Zaragoza tiene una situación complicada, nosotros también. La nuestra es peor. Al final es un equipo que hace muchísimo daño y tiene gente por delante de la pelota que acaban acumulándose en la última línea. También por los pasillos interiores y las espaldas. La Romareda empujará muchísimo», ha analizado el técnico del club oscense, Antonio Hidalgo.

De hecho, la situación es crítica en ambos casos. El Real Zaragoza vuelve a su casa tras siete puntos de 30 posibles y eliminados de la Copa del Rey ante el Atzeneta de Tercera RFEF. El Huesca, por su parte, va decimonoveno y es el equipo menos goleador de la categoría con solamente nueve dianas en 15 partidos. No obstante, los de Hidalgo estuvieron a punto de vencer al Espanyol, uno de los pesos pesados de la categoría, en el último encuentro disputado, en el que ofreció una imagen renovada y ofensiva. «Creo que es evidente que cada vez estamos algo más cómodos. La exigencia tiene que ser máxima cada día, debemos dar pasos hacia adelante sacando partidos de tres en tres, que es lo que te hace salir de esta situación», ha subrayado Hidalgo.

Vista la euforia que hay desprendida en el territorio oscense tras el buen choque ante el Espanyol y la mala racha zaragocista, Hidalgo llama a la calma y recuerda que «no podemos tener euforia estando tres puntos por debajo del descenso». Asimismo, el técnico es consciente de que «el rival tiene un potencial enorme, han confeccionado la plantilla para estar en la parte alta y tenemos que tener los pies en el suelo, porque están teniendo errores que no deberían cometer, pero debemos leer el partido y aprovechar esa circunstancia». Eso sí, el técnico advierte de que ganar pasa por «correr al máximo, ir al límite y saber que tocará sufrir».

De hecho, si hay alguien que sabe de derbis, ese es el propio Antonio Hidalgo. El actual entrenador de la S.D. Huesca participó en aquel disputado en 2008 en La Romareda que acabó en 2-2, eso sí, con la camiseta del Real Zaragoza. Por ello, el míster es consciente de que es una cita en la que las dinámicas dejan de importar para disputarse un duelo a competitividad pura durante 90 minutos. «Son partidos especiales, con mucho sentimiento y pasión. Es el momento en el que más concentrado y tranquilo tienes que estar«, ha explicado el técnico, que ha recordado aquel encuentro del 2008 con «muchísima gente del Huesca animando y empujando. La Romareda empuja muchísimo y tenemos que saber leer el partido. Es un choque con connotaciones diferentes a los partidos normales y trabajaremos al máximo, porque tenemos en frente a un rival con mucha capacidad. Todo es mucho más pasional y se iguala todo».

KANTÉ Y RUBÉN PULIDO, ÚNICAS BAJAS

Entre Cristian, Nieto, Bakis, que están lesionados, Gámez que volvió el pasado miércoles a los entrenamientos tras casi un mes, Mollejo sancionado y Francés con la sub-21, el Real Zaragoza tiene escasez de efectivos y esto le podría pasar factura. Por su parte, la S.D. Huesca solamente llegará al derbi sin Kanté, concentrado con la selección de Guinea Ecuatorial, y sin Rubén Pulido, operado este miércoles de su rotura de ligamento. Será el momento de ver realmente la capacidad de fondo de armario de Fran Escribá. De toda formas, esto no adquiere la atención de un Hidalgo que está encantado con su plantilla, pues «están haciendo un gran repetición de esfuerzo, la gente que está participando menos también. Eso nos da nivel para crecer como plantilla. No obstante, si sumas de tres todo se acelerará más».

Finalmente y ya con poca relación al derbi aragonés, el técnico ha contado cómo le fue en la reunión entre entrenadores y árbitros realizada este miércoles en Las Rozas. Durante la misma, Hidalgo pudo hablar con Fuentes Molina, que el pasado fin de semana ante el Espanyol señaló una polémica mano en el área. Al respecto, Hidalgo ha puntualizado que «yo no pregunté por la mano del otro día porque es meterme en un berenjenal. Lo positivo de eso es que te encuentras más con la persona que con la figura, pues creo que hay demasiada distancia entre jugadores, entrenadores y árbitros. No comparto la decisión del otro día, pero pude hablar con él, me explicó el qué vio y que cuando pita algo es porque lo ve. Yo no lo habría pitado, pero siempre es bueno reunirse con el estamento arbitral».

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