El director de Open Arms destaca la "apuesta por la convivencia" de la ciudad de Zaragoza

Camps se ha reunido con la consejera Broto en su visita a Zaragoza
photo_camera Camps se ha reunido con la consejera Broto en su visita a Zaragoza

El director de la ONG de rescate de personas en el mar Open Arms, Óscar Camps, se ha reunido esta mañana con la consejera de Derechos Sociales, Luis Broto, antes de participar esta tarde en la Semana por la Inclusión y la Convivencia que celebra estos días Zaragoza. Durante el encuentro, Camps ha agradecido la “apuesta por la convivencia” que está demostrando la ciudad.

Camps ha defendido esta convivencia, más en el momento actual, en el que “impera un discurso muy tendencioso y que está cogiendo mucha fuerza”, al que el activista le atribuye “cierto tufo racista”. El director y fundador de Open Arms ha lamentado también que este tipo de mensaje esté cambiando la visión que se tenía de la labor de los activistas, a los que cree que “se está criminalizando” con fines políticos.

“Politizar el salvamento de la vida humana en el mar, contraviniendo los convenios internacionales está llevando a una situación irreconocible”, ha explicado Camps, quien denuncia un “bloqueo” por parte de las instituciones europeas en los años. “Los mismos que antes nos daban premios ahora nos están criminalizando”, ha asegurado.

Por su parte, la consejera Broto ha recordado que el Consistorio zaragozano reconoció la labor de la ONG el pasado 2018 con la entrega de la Estrella de Europa, un galardón que premia “a una entidad que está poniendo en valor esos derechos que marca la Carta de Derechos Sociales”.

Situación actual y futuro

Óscar Camps ha recordado que en la actualidad el barco de la ONG se encuentra “bloqueado administrativamente” en el puerto de Barcelona desde hace dos meses. Una situación que impide trabajar a Open Arms y que se repite con el resto de organizaciones de rescate, ya que en la actualidad “no hay barcos operativos en el Mediterráneo”.

Con todo, Camps ha adelantado que su ONG, compuesta por más de 300 voluntarios de países como España, Grecia o Italia, trabaja ya en una nueva embarcación que les permita regresar al mar.