Un total de 163 familias que sufren violencia filioparental reciben el apoyo del Espacio Ariadna

Más de 100 especialistas se han reunido este viernes para tratar la violencia filioparental
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El Espacio Ariadna, de la Fundación para la Atención Integral del Menor, atendió a un total de 163 familias durante 2018. Una cifra que desde la puesta en marcha de este servicio en 2014 va creciendo, con un total de 500 familias ayudadas en un proceso de acompañamiento.

El perfil de jóvenes que ejercen este tipo de violencia es adolescentes de entre 13 y 18 años cuya trayectoria escolar está marcada por un abandono del sistema educativo sin terminar la ESO y una trayectoria laboral con una elevada temporalidad.

Para buscar soluciones a este problema se han reunido este viernes en Zaragoza más de 100 profesionales entre psicólogos y educadores en una jornada organizada por la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filioparental. Su presidente, Roberto Pereira ha destacado que el tipo de violencia de padres a hijos, aunque ha habido siempre ha cambiado mucho. “Antes hablábamos de una violencia por drogas o por problemas psicológicos, en cambio ahora la violencia es el problema en sí mismo”, ha lamentado.

Pereira ha añadido que “hace años se hablaba de un problema emergente pero ahora hablamos de una problemática familiar consolidada que se debe abordar en condiciones de algo que sucede con cierta frecuencia”.

La Fundación para la Atención Integral del Menor (Faim) trabaja este problema en tres vertientes. Por un lado el espacio Ariadna, que trata el contacto directo con las familias que sufren este tipo de violencia, además del programa Educando con centros escolares y el Observatorio de la Violencia donde se ponen en común educadores, policía, ámbito sanitario…, todas ellas para intentar prevenir conductas violentas.

En los procesos de atención y acompañamiento se atienden a personas entre los 7 y los 23 años, aunque destaca el número de casos tratados con adolescentes de entre 13 y 18 años, un total de 114. Ente las características que comparten destacan la trayectoria escolar, en la que o han repetido o bien piensan abandonar el sistema educativo sin acabar la ESO. Por otro lado, los que cuentan con edad para entra en el mercado laboral pocos tienen un empleo y siempre con una elevada temporalidad.

El gerente de Faim, Pedro Coduras, ha destacado que “el resultado del trabajo de psicólogos educadores es positivo ya que en torno al 70% de las familias recuperan la convivencia y finalizan el proceso de acompañamiento.” Un impacto positivo, ha añadido, “que se estimaen más de 500 personas”.

“El 29% de las familias que acuden en busca de ayuda son divorciadas, seguidas de las familias convencionales, con un 28%, y en menor medida las recostruidas y/o separadas, con un 25% y monomaentales 8%”, ha detallado Coduras.

Además, el perfil se completa con un 60% de violencia ejercida por ellos y un 40% de ellas, en una franja de edad que comprende de los 13, 14 a los 18 años, siendo el tipo de perfil de familia de clase media, media-baja la más extendida, aunque también se observa un 10-15% de clase alta.

Las causas de violencia, ha reconocido Roberto Pereira, “son muy complejas, pero tienen que ver con los cambios culturales y en la manera de educar, al perderse la figura de autoridad y tener una relación más amigable con los hijos”.