El Encuentro Glorioso del Domingo de Resurrección induce a Zaragoza en un estallido de emoción

La procesión del Encuentro Glorioso ha despertado el fervor de cofrades y fieles
photo_camera La procesión del Encuentro Glorioso ha despertado el fervor de cofrades y fieles

El Domingo de Resurrección es una de las fechas más señaladas de la Semana Santa. Su procesión titular, el Encuentro Glorioso, representa la esperanza. El triunfo de Cristo sobre la muerte. Corazón en mano, los cofrades tenían hoy puesta su mirada en el cielo para que la lluvia se resistiese en aparecer o, al menos, se mantuviese en un leve chispeo para no impedir la última de las procesiones del año. Cerca de 400 cofrades se mostraban expectantes, dentro del templo de San Cayetano, esperando salir, sin perder la esperanza. Finalmente, lo han logrado.

Los primeros compases del Encuentro Glorioso han despertado el fervor de la ciudad, induciéndola en un estallido de emoción y alegría. A ambos lados de las calles de Zaragoza, los fieles se apiñaban con alegría por poder presenciar la escena más esperada. Turistas, familias enteras y vecinos en general, que han querido atestiguar uno de los eventos “más importantes de la religión”, decían.

Muchos de ellos eran habituales de las procesiones. Otros, llegaban de distintos rincones del país -e incluso de fuera- para ver “por primera vez” la Semana Santa zaragozana. Eso sí, ninguno, “por si las moscas” ha querido deshacerse del paraguas. La meteorología podía haber dado un vuelco catastrófico. Por ello, también con la mirada puesta en el cielo, todos anhelaban que la jornada transcurriese con normalidad.

Tras un año entero “de espera”, mencionaban algunos fieles, “por fin hemos podido ver el Encuentro”. Una procesión en la que los cofrades preceden con sus bombos y tambores, con paso firme, las dos obras del Cristo y de la Virgen, elaboradas por Jorge Albareda. Después, tras el recorrido programado por las calles más céntricas de la ciudad, todos terminarían desembocando en la Plaza del Pilar, cerrando así los actos de la jornada y despidiendo juntos la Semana Santa.