La memoria de 2018 de Cáritas Diocesana de Zaragoza ponen de manifiesto una de las principales preocupaciones de la entidad: la precarización de la vivienda. Y es que el 17,4% de ellos residen en habitaciones u hogares realquilados, lo que supone un 7,2% más que el año pasado.
“Es un tema preocupante”, ha señalado al respecto la secretaria general de Cáritas, Cristina García. “Por un lado está el funcionamiento del mercado libre; sumado al incremento de familias nuevas que están llegando y a las dificultades que existen para poder mantener en condiciones la vivienda, como consecuencia de la precariedad laboral”, ha añadido. Dificultades que, según la secretaria, no solo atañen a los extranjeros, sino también a las familias autóctonas.
El director de Cáritas Diocesana de Zaragoza, Carlos Gómez, también ha destacado que la nacionalidad de las personas atendidas ha estado en 2018 muy equilibrada entre los nacidos en España -un 48%-, y las personas extranjeras -un 52%-, que proceden principalmente de Marruecos, pero también de otros sudamericanos como Nicaragua, Colombia o Venezuela. “No podemos quedarnos con el titular de que la pobreza está causada por los inmigrantes”, ha asegurado al respecto García.
Un 10% más de inmigrantes irregulares atendidos
Otra de las cuestiones que más preocupa a Cáritas es que el 30% de los extranjeros que pidieron ayuda en 2018 estaban en situación de irregularidad, siendo un 10% más que en 2017. Esto “refleja -ha denunciado García- la falta de agilidad de la Administración para dar respuesta a la situación que se está generando”.
También han denunciado la precariedad laboral que no garantiza una situación de estabilidad familiar. “Atendemos a personas que están trabajando y, aun así, no pueden cubrir sus necesidades básicas”, según García. Mientras que Gómez ha subrayado que existe un perfil de personas que acuden a la entidad que “por sus circunstancias, difícilmente van a encontrar un empleo”.
2018 en cifras
Cáritas Diocesana de Zaragoza atendió en 2018 a 3.727 familias, de las que el 44,1% acudieron a la entidad por primera vez. Esto supone más de 1,2 millones de euros invertidos en mejorar las condiciones de vida de estas personas, canalizados en 9.809 ayudas directas para paliar problemas como la dignidad o la integridad. A ellas se han destinado un 51,4% de estos fondos, seguido por las ayudas destinadas a la vivienda digna (35,8%); salud universal, (5,4%); educación (2,7%) y empleo (2,8%).
Por último, Cáritas ha querido aplaudir la labor del voluntariado, constituido por 1.040 personas y agradecer el apoyo de sus 6.653 socios que son 128 más que el año anterior. “Frente a esta pobreza y exclusión que existe en nuestra sociedad, hay una fuerte respuesta solidaria que es importante reconocer”, ha concluido Gómez.
