Científicos del INA ensayan una revolucionaria técnica para destruir tumores a lo “Caballo de Troya"

Los resultados del equipo aragonés han sido publicados en la prestigiosa revista "Nature Catalysis"
photo_camera Los resultados del equipo aragonés han sido publicados en la prestigiosa revista "Nature Catalysis"

Destruir tumores desde su propio núcleo, empleando la técnica del Caballo de Troya. Es decir, inyectando un catalizador tóxico in vitro que logre matar in situ, tras un viaje por la sangre, la célula cancerígena. Es uno de los hasta ahora inéditos mecanismos que podrían revolucionar la lucha contra el cáncer, ya que se constituiría como una nueva fórmula quimioterápica más eficaz e infinitamente menos arriesgada que la hasta ahora conocida. Es la línea de investigación que lidera un grupo de científicos del Instituto de Nanociencia de Aragón (INA),cuyos resultados acaban de ser publicados la prestigiosa revista “Nature Catalysis.

Sus deducciones en este emergente campo de la catálisis bioortogonal se presuponen como un interesante “avance” oncológico, pues, aunque todavía se constaten únicamente como una prueba de concepto, han podido demostrar la viabilidad de la catálisis intracelular. El portavoz del grupo y catedrático de la Universidad de Zaragoza, Jesús Santamaría, el proyecto surgió para tratar de resolver el problema de los efectos secundarios que originan los agentes quimioterapicos al matar no solo células cancerosas, sino otras muchas sanas.

Por ello, explica, “hace años se nos ocurrió fabricar la molécula tóxica directamente dentro de la célula mala para que esta no se difundiera a otras partes del organismo”. Es un proceso complejo y “lejanísimo” en aplicabilidad clínica, pero de confirmarse su funcionamiento en humanos, añade Santamaría, remarcando con especial énfasis el condicional, “estaríamos hablando de que la quimio se inyectaría directamente en el tumor”.

Lo que han empleado los científicos es una ruta catalítica por la que viajará, dentro de una célula cancerígena extraída, el elemento químico paladio para lanzarlo al tumor. Es decir, se extraerá una célula cancerígena pasiva y el paladio la “convertirá en tóxica” para después reaccionar in situ, dentro del tumor. Y ¿cómo se inyecta una célula tóxica para matar un tumor desde su interior? A través de un catalizador transportado vía exosoma.

Explica Santamaría que el exosoma es un mecanismo biológico –vesícula- que toda célula tiene, que se encuentran circulando por todo el cuerpo y de algún modo “interconectadas”. Por tanto, “lo que nosotros hacemos es secuestrar ese tráfico celular del tumor para que los exosomas se devuelvan a la célula madre del tumor con la carga tóxica dentro”, revela. La hipótesis central previa es que la técnica “troya” podría funcionar en todo tipo de cánceres, porque se recogerían los exoxomas de las células de cualquier tumor.

El proyecto se encuentra aún “a medio camino” pero Santamaría y su Equipo, formado por cinco aragoneses y colaboradores de la Universidad de Edimburgo, calculan que en medio año podrían iniciarse las pruebas en ratones. Con ellas se obtendría una primera aproximación in vivo de la aplicabilidad real del catalizador, y del modo en que interaccionarían dentro del organismo, para medir posibles obstáculos surgidos a lo largo de viaje sanguíneo. Un viaje con destino al cuerpo humano.