Comenzaba la mañana en el colegio Fernando el Católico con el clásico alboroto mañanero de la escuela. Entre las llamadas a hacer filas y al orden, los niños recibían la noticia del día: iban a ser los primeros en tener la pulsera de identificación para no perderse en las fiestas. La idea es sencilla. En un brazalete amarillo, los más pequeños llevarán apuntado el número de sus padres y sus datos.
Dentro del aula, los profesores han procedido a enseñarles qué es lo que tenían que apuntar y a ponerles el novedoso invento. Los niños, con una mezcla de asombro y expectación, han escuchado atentos las indicaciones que después deberían explicar en casa. De esta forma, han podido salir de clase con la pulsera puesta a falta de rellenar la información.
Se repartirán un total de 50.000 entre los chicos de hasta segundo de primaria. Lo harán unos voluntarios, y también han contado con las familias que vienen de fuera. Álvaro Burrell, director general de interior y protección civil, ha explicado la idea concreta. “Queremos que, si alguien se pierde, pueda estar localizado en poco tiempo. Trataremos de ahorrarles a los padres ese disgusto y mal rato de unos segundos”, ha sostenido.
En este caso, no han querido hacer sesgos ni distinciones entre los centros públicos y privados. Ana Montagud, directora general de planificación educativa, ha asegurado que han llegado a todos los colegios y guarderías de la ciudad. Según ha asegurado, desde cultura y deporte han mostrado todo su apoyo “a unas iniciativas que mejoran las fiestas del alumnado”.
Otras novedades
Este año, por primera vez, habrá un camión de puesto avanzado en la plaza del Pilar los días más señalados. Allí podrá coordinarse cualquier emergencia. Burrell ha declarado que se ha hecho “un gran esfuerzo” para poder llevar a cabo esta iniciativa. En Zaragoza quieren estar preparados para cualquier caso de emergencia. “Es una fiesta grande y pueden darse muchas situaciones”, ha aseverado el director general de interior y protección civil.
