La falta de recursos en Salud Mental preocupa a los psicólogos clínicos en el retorno a la Fase 2

El aumento de la incertidumbre ante el incremento de contagios supone reavivar temores y situaciones acontecidas en semanas previas
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Con la entrada a una nueva Fase II “flexibilizada” y a una limitación en la movilidad, desde Anpir (Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes) han asegurado que los aragoneses gestionarán peor el miedo derivado de esta nueva situación estresante. Un hecho que, sumado a que esta Comunidad cuenta con 4,5 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, 1,5 puntos por debajo de la media nacional, “puede derivar en un problema para la gestión de los recursos de salud mental en Aragón”, han asegurado.

En este sentido, han reclamado desde Anpir, “el Servicio Aragonés de Salud y el Gobierno de Aragón precisan desarrollar una estrategia coordinada y protocolizada con los recursos propios de salud mental para evitar que una segunda oleada de Covid-19, prevista para el otoño, pueda tener efectos negativos sobre los aragoneses”.

En términos de salud mental, el regreso a la Fase II y el aumento de la incertidumbre ante el incremento de contagios por Covid-19, supone, han asegurado, “reavivar temores y situaciones acontecidas en semanas previas, lo que puede provocar un incremento del miedo al contagio, la preocupación sobre la economía y la inseguridad laboral o el recuerdo de la pérdida reciente de seres queridos”. En suma, se puede generar un incremento de problemas mentales como el estrés postraumático, la ansiedad, la depresión o la tendencia al suicidio.