Las listas de espera aumentan un 29% por la influencia del Covid y albergan a casi 11.000 pacientes

La especialidad con mayor demora es Traumatología,
photo_camera La especialidad con mayor demora es Traumatología,

A 31 de agosto había 10.994 pacientes con demora estructural superior a 180 días, lo que supone un incremento del 29% con relación a la demora de julio. En estas fechas la demora crece debido a la disminución de actividad que se produce en el período vacacional, pero, además, en esta ocasión se ha visto también muy influida por la evolución epidemiológica de la Covid-19 y la necesidad de programar las intervenciones quirúrgicas atendiendo únicamente a la gravedad del proceso, dejando en segundo lugar la priorización por demora.

El proceso con mayor demora es el de cataratas –por la suspensión del programa Arcca debida a la pandemia, programa que está previsto retomar próximamente-, seguido de las prótesis de rodilla y patología de columna. La especialidad con mayor demora es Traumatología, mientras que la menor demora está en Dermatología con 32 pacientes y Cirugía Cardíaca con 42. Cirugía Torácica tiene 1 paciente.

El Registro de Demanda Quirúrgica de Aragón (RDQ), en la actualidad tiene inscritas 27.637 personas, un 5% menos de pacientes que el año pasado en la misma fecha. Esta disminución facilita la gestión de las intervenciones y debería contribuir a mejorar la demora. La actividad quirúrgica se paralizó casi en su totalidad durante el mes de abril por la pandemia y se comenzó a recuperar con la llegada del verano. Pero en agosto, el nuevo crecimiento de casos vivido en Aragón ha vuelto a suponer una ralentización importante de esa recuperación.

Según ha explicado la consejera Repollés esta mañana en las Cortes de Aragón, esta situación requiere de un plan de abordaje que permita discriminar y priorizar a los pacientes en función de la patología y el impacto de la demora sobre la enfermedad para evitar consecuencias negativas derivadas de la propia patología o de la tardanza en ser atendidos; así como, asegurar la efectividad, eficiencia y calidad en la prestación de los servicios, que son fines en los que se basa el Sistema de Salud de Aragón.