Nace Hateblockers, el proyecto que “frenará la curva del odio” en las redes

La iniciativa, apoyada por varias Direcciones Generales del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales, busca propiciar una comunidad de jóvenes que se impliquen proactivamente y fomenten "la tolerancia y el respeto"
photo_camera La iniciativa, apoyada por varias Direcciones Generales del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales, busca propiciar una comunidad de jóvenes que se impliquen proactivamente y fomenten "la tolerancia y el respeto"

Bloquear lo que estipulen como “odio” en las redes y empoderar a quienes consideran que no lo promueven, especialmente a los jóvenes. Es la idea fundamental que subyace en el proyecto “Hateblockers” que esta tarde se ha presentado en la sede del Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto (Laaab). Una iniciativa que quiere contribuir a reconducir este canal natural de comunicación e información entre los jóvenes para que no sea caldo de cultivo para “la intolerancia, la desconfianza, el discurso agresivo y la polarización”. El director general de Gobierno Abierto e Innovación Social, Raúl Oliván; la directora de Cooperación al Desarrollo e Innovación, Natalia Salvo; y el director gerente del Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ), Adrián Gimeno han sido los encargados de presentar la iniciativa en la que todos ellos han trabajado dentro del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales.

“Queremos conseguir –ha indicado Raúl Oliván- que esta herramienta, como su propio nombre indica, contribuya a bloquear el odio y empoderar a la ciudadanía en herramientas que permitan rebajar la tensión en las redes sociales. Se trata de crear una comunidad de jóvenes que, ante la escalada de violencia verbal, asuman un rol proactivo y naveguen en dirección contraria para frenar la curva del odio, convirtiendo las redes en un espacio para el entendimiento, el respeto mutuo y el debate –que no el combate – de ideas”. Entre las “herramientas” con las que podrán contar los jóvenes que quieran sumarse al proyecto está la página www.hateblockers.es.

Para ayudar en la labor de difusión, se ha lanzado una campaña paralela en redes en la que diversos influencers y otras personas influyentes han “apadrinado” el proyecto y han ayudado a darlo a conocer. Estos perfiles son: Adrián Pino, actor y guionista; Ebbaba Hameida, periodista; Endika Gutiérrez (“Invert”), freestyler y b-boy; Fernando Carruesco, presidente de Talento para el Futuro; Isaac, David y Juanje de Ad Absurdum, blog de divulgación histórica; Isabel Mastrodomenico, feminista y directora de la Agencia Comunicación y Género; Laura de @feminismoen8bits; Luis Márquez, periodista; Mario Vega, poeta; Nerea Blanco, creadora de Filosofers, espacio de divulgación filosófica; Ricardo Ibarra, director de Plataforma de Infancia; Laura Lacarra, tecnología y divulgación; Pedro Lozano, Imascono & AJE; África Ruh, escritora aragonesa de novela juvenil; Fede Abizanda, experto en servicios sociales, y Manuel González Cavero “Dr Loncho”, rapero zaragozano.

Oliván ha añadido que el problema actual es que los algoritmos de las redes viralizan los contenidos de odio, violentos y exagerados, generando cada vez posiciones más escoradas. Por ello, ha incidido, “es necesario que pongamos en valor un diálogo mucho más ordenado y sosegado. Durante la presentación el proyecto se ha podido escuchar la voz de jóvenes influencers que contrastan a diario esta realidad en las redes.

Además, Natalia Salvo y Adrián Gimeno, han sido los encargados de desgranar las herramientas de la web www.hateblockers.es. Allí se irán desplegando diversas herramientas desde un cuestionario para saber cómo somos de hater cada uno hasta una descripción de los arquetipos de haters más comunes (El Molino, El/La Cómico/a, el/la Ad Hominator…), una sección con casos reales de éxito en los que surgió una discusión y se medió en ella, un medidor de odio en las redes para conocer las fluctuaciones del debate diario, un metabuscador de plataformas de fact-checking o un kit de recursos gráficos y multimedia para acompañar a las publicaciones individuales (filtros, memes, stickers, gifs, etc.).

Adrián Gimeno ha apuntado al incremento en el número de redes que manejan los jóvenes hoy en día. “Son su ámbito de socialización por excelencia”, ha dicho, “y, por desgracia, las situaciones de acoso han saltado ya de los espacios físicos al espacio online”. Por ello, a través de Hateblockers se creará una red de voluntarios y voluntarias “que sirvan de apoyo en situaciones de este tipo, sepan cómo actuar y favorezcan el debate alejado del insulto y el ataque al contrario”, ha enfatizado.

El acoso u hostigamiento en redes se produce en muchas ocasiones en dirección a personas migrantes o refugiadas por su condición, como indica Natalia Salvo. “Estas personas sufren mayores dosis de esta violencia, cuando hay multitud de temas maravillosos de los que debatir en internet y compartir en redes sociales sin necesidad de señalar, hostigar ni violentar a ninguna persona”, expone. Es por eso que desde la Dirección General de Cooperación al Desarrollo e Inmigración prestan su apoyo al proyecto y hacen un llamamiento a que “todas aquellas personas que abogan por el uso responsable de las redes sociales también se sumen”.

El público objetivo al que se dirige esta iniciativa son jóvenes de entre 15 y 25 años -ya que son los usuarios más activos en internet y redes sociales-, pero la idea es que, así el proyecto vaya avanzando, se genere una corriente de solidaridad y de opinión positiva en personas de mayor edad.

El proyecto va a desplegarse por las redes sociales más populares en la actualidad entre los jóvenes: WhatsApp, Telegram, Twitter, Instagram y Facebook. En todas las publicaciones y canales de comunicación que se usen, asimismo, se mantendrá la perspectiva de género y social como otro modo de trasformación del discurso hacia valores como la igualdad y la conciencia social. La idea es que la propia comunidad de hateblockers se apropie de la iniciativa y esta simplemente fluya, se adapte y se adecúe a los contextos, tratando siempre de enfocar la respuesta desde el lenguaje y la cultura propia de Internet: el humor.

El símbolo elegido para representar a los hateblockers es una nutria ninja, Medi, que siempre lleva a sus espaldas a su inseparable compañero robot, Thor. Este tándem compone la patrulla de vigilantes de las redes.

La nutria es un animal acuático que flota en las aguas pero sin dejar arrastrarse por la corriente. Además, su presencia es sintomática de que las aguas no están contaminadas ni son tóxicas. En este caso, el río en el que flotamos sería internet y nuestra misión es que este cauce para la expresión libre de ideas no se convierta en un lugar tóxico e infestado de odio.

Medi tiene las armas para combatir este discurso polarizador del desencuentro y las redes podrán llenarse de sus stickers, memes, gifs y otros elementos donde la simpática nutria será replicada.