Inmersos en la resaca de la tercera ola del coronavirus, la cuarta para Aragón, el hospital Miguel Servet de Zaragoza comienza a estabilizarse de manera progresiva en cuanto a ingresos hospitalarios se refiere. Se producen una o dos altas cada cuatro días, que suponen, al cabo de una semana, cuatro o cinco pacientes menos, representando un 10% de su capacidad. Un descenso por “goteo” que para el gerente del hospital Miguel Servet de Zaragoza, Luis Callén, son datos “menos agobiantes”, pero no los ideales para afrontar una nueva ola, que aumentaría la presión hospitalaria “más que en anteriores ocasiones”, asegura.
Todo ello, a pesar de que los datos epidemiológicos atienden a una buena evolución y han descendido numerosamente los ingresos. Ahora que se cumple un año de pandemia, todavía se desconoce cómo se comportará el virus, si los casos actuales han tocado suelo, que según el gerente “esperan bajar un poco más”, o si se sufrirá un ascenso en las próximas semanas.
“Estamos en un punto que la atención a los pacientes no genera tensión”, ha indicado Luis Callén, subrayando que, en una posible quinta ola, la Comunidad partiría de un arranque mayor que otras veces, lo que significaría a nivel sanitario, “un reto más difícil todavía”. Por ello, desde el centro hospitalario insisten en la precaución y en seguir tomando medidas en los próximos días para reducir esta presión hospitalaria.
Al 100% de actividad quirúrgica
En cuanto a la actividad quirúrgica, el Hospital Miguel Servet ha recuperado el 100% de los servicios. Con algunas pequeñas rebajas puntuales “muy breves” asociadas al coronavirus, el centro ha conseguido recobrar toda la actividad siendo comparable al de “cualquier época no covid”, indica Callén, que lamenta “no poder estar al 120%” como en otras ocasiones.
El hospital Miguel Server ha retomado también su actividad vespertina y roza el 100% de trabajo en los quirófanos, volviendo a gozar de la buena salud quirúrgica que ostentaba antes de la pandemia.
