«Quiero vivir sin miedo» es un documental que no trata de dar respuestas sino de lanzar preguntas. Preguntas sobre si los micromachismos están tan integrados en nuestra sociedad que ni siquiera nos damos cuenta de que existen o sobre si un gesto que quizás se pasa por alto es el inicio de una situación de violencia machista. El largometraje de Laura Sipán lanza un debate en el que los protagonistas son los jóvenes de entre 16 y 20 años. Y es que una de cada tres mujeres menores de 30 años son víctimas de violencia de género.
«Es una realidad que preocupa porque es un dato muy llamativo. Y son precisamente los jóvenes los protagonistas de ese debate y los que se sorprenden porque ven situaciones de micromachismo que están tan dentro de sus vidas y de su cotidianidad que a veces ni se dan cuenta de que son un problema», ha asegurado la directora, Laura Sipán.
En el documental, encargado por el Instituto Aragonés de la Juventud, también aparece un testimonio de una víctima de violencia de género que «con mucha valentía» cuenta su historia. «Quiero vivir sin miedo pretende ser también un mensaje de auxilio para todas aquellas que están sufriendo, ya sean ellas o alguien conocido, una situación de violencia machista como la que se muestra. Decirles que no están solas y que en Aragón hay muchas redes y profesionales que pueden ayudarles», ha asegurado Sipán.
La clave de «Quiero vivir sin miedo», que se ha presentado este lunes en los cines Palafox, es hacer ver a los jóvenes «que todos formamos parte de la solución a esta lacra y que es realmente importante hacer campañas de sensibilización y educación con los adolescentes ya que son el rango de población en el que más se ven casos de violencia de género y machismo», ha comentado la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto.
“Vivir sin miedo” ha sido producido por “El Pez Amarillo” y la música es una cesión de EVA McBEL, que ganó el primer premio del III certamen de Jóvenes Creadores Aragoneses CREAR 2019, convocado desde el IAJ. A través de esta grabación se intenta que los más jóvenes detecten las primeras señales del maltrato en la adolescencia. Se quieren fomentar las relaciones basadas en el respeto, la libertad y la igualdad y, en suma, intentar ayudar a formar una juventud comprometida con una sociedad libre de violencia de género.