Aragón renueva su tecnología para tratar con radioterapia superficial el cáncer de piel no melanoma

Therapax es como se denomina esta máquina que administra radioterapia superficial
photo_camera Therapax es como se denomina esta máquina que administra radioterapia superficial
Aragón ya dispone de una nueva tecnología en el servicio de Oncología Radioterápica para tratar el cáncer de piel no melanoma. Therapax es como se denomina esta máquina que administra radioterapia superficial y que se ubica en el Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) de Zaragoza. Esta terapia se administra desde los años setenta, pero el último de los equipamientos que se han utilizado ya se había quedado obsoleto y era muy solicitado, ya que se tratan alrededor de 300 pacientes al año. Desde finales de marzo ya está instalada la nueva tecnología, de última generación y que permite tratar tumores de hasta 15 centímetros de diámetro y a una profundidad de hasta un centímetro, en cualquier localización. Ya se han tratado 25 pacientes. La radioterapia es un procedimiento que se lleva a cabo, generalmente, con intención curativa, para tratar el cáncer. También se utiliza para aliviar los síntomas que sufre el paciente, como paliativo; o como tratamiento adyuvante o adicional, que se administra después del tratamiento primario, que suele ser la cirugía, para disminuir el riesgo de que el cáncer se reproduzca. Según explica la doctora Reyes Ibáñez, jefa de sección de Oncología Radioterápica en el HUMS, “el 90% de los tratamientos se realizan con intención curativa, y al mes de acabar el tratamiento, el 80% de los pacientes ya presentan una respuesta completa, y asciende al 96% en 6 meses”. Oncología Radioterápica trabaja con el servicio de Física y Protección Radiológica, que asegura la administración eficaz y sin riesgo de la radiación para obtener el mejor resultado diagnóstico o terapéutico. La Oncología Radioterápica es una gran opción terapéutica, no quirúrgica, que no precisa anestesia y que no suele interferir con la medicación habitual del paciente. Además, posee unos excelentes resultados cosméticos y funcionales. El tratamiento debe ser consensuado entre los distintos expertos que atienden a estos pacientes (dermatólogos, cirujanos plásticos y oncólogos radioterápicos) y se deben tener en cuenta muchos factores como la edad, la esperanza de vida, la capacidad cognitiva, las preferencias del paciente y el impacto potencial de cualquier tratamiento. Este tratamiento se utiliza principalmente para curar cánceres de piel de zonas de difícil abordaje quirúrgico. En otras ocasiones, se trata de un refuerzo a pacientes ya operados por los cirujanos plásticos (para el tratamiento post quirúrgico de determinados queloides, por ejemplo) o de lesiones extirpadas por dermatólogos. Cirugía de Mohs Precisamente Dermatología ha puesto en marcha este año también otra opción terapéutica para el cáncer de piel que se aplica a casos muy seleccionados. Se trata de la cirugía de Mohs, que permite asegurar la eliminación del 100% del tumor respetando la mayor cantidad de tejido sano posible. El doctor Adrián Diago, dermatólogo del HUMS, explica que lo habitual en las cirugías oncológicas es realizar una exéresis simple del tejido afectado, es decir, extraer toda la lesión. Tras la intervención, se remiten distintas muestras del área del tumor y sus contornos a Anatomía Patológica para conocer si se ha limpiado toda la zona de células cancerígenas. La diferencia con la cirugía de Mohs es que en este caso los anatomopatólogos estudian el tejido durante la intervención, de forma que el dermatólogo tiene la certeza mientras está en quirófano si ha extraído todo el tejido afectado, si debe actuar más o si por el contrario puede ser más conservador. La cirugía de Mohs está indicada en tumores localizados en zonas comprometidas (nariz, ojos, orejas) o en tumores con contornos mal definidos. Este tipo de cirugía se realiza también en el Hospital Clínico Lozano Blesa. En el Miguel Servet, que comenzó a principios de año, se realizan tres casos al mes. Adrián Diago explica que el primer factor de riesgos asociado al cáncer de piel es la exposición al sol. Por ello hoy, que se celebra el Día del Cáncer de Piel, insiste en recordar unos consejos básicos para prevenir la aparición de este tipo de lesiones: Evitar la exposición solar en las horas centrales del día (de 12.00 a 16.00 horas); usar cremas solares con factor de protección de 50 en adelante. Reaplicar cada dos o tres horas el protector, acción especialmente importante si la persona se ha bañado o sudado como efecto de trabajo o deporte; y utilizar ropas que protejan del sol y sombreros o gorras. El cáncer de piel es el más frecuente en el mundo, y en España tiene una tasa de incidencia de 47 casos por 100.000 habitantes en el año 2020, según el Observatorio de la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer), con una tendencia al aumento de la incidencia en los últimos años. El cáncer de piel puede aparecer en múltiples localizaciones, aunque el 80% se hallan en áreas fotoexpuestas, siendo las más frecuentes la nariz, el cuero cabelludo, la frente y la sien. En el Sector sanitario Zaragoza II, que corresponde al área de población que tiene como referencia el Hospital Universitario Miguel Servet, Anatomía Patológica diagnostica cada año 1.800 tumores de piel.