Bellido demanda la renovación del CGPJ: "Transmite una imagen de politización de la justicia"

TSJA
photo_camera Los juzgados aragoneses están a la cabeza en la tasa de resolución de asuntos

Los juzgados aragoneses están a la cabeza en la tasa de resolución de asuntos. Un dato, recordado por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Manuel Bellido durante el acto de apertura de año judicial. Aun así, el presidente ha explicado que todavía faltan asuntos que resolver, como el aumento de la litigiosidad, sobre todo en los juzgados de lo civil en Zaragoza. Otro de los grandes asuntos al que se enfrenta la justicia es a la falta de consenso político para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que para Bellido "da una imagen de politización de la justicia".

“Observamos un incremento de asuntos en todas las jurisdicciones, pero que resulta especialmente preocupante en la civil, jurisdicción que lleva varios años con una importante sobrecarga de los juzgados de primera instancia. Estos, en particular los de Zaragoza, que tradicionalmente han sido un modelo de funcionamiento por la rapidez en el señalamiento de los juicios –entre dos y tres meses- se están retrasando por el incremento de litigiosidad, de manera que actualmente los juicios se celebran en un período de entre seis y nueve meses, como media, desde la admisión de la demanda”, ha continuado.

El presidente también ha manifestado su preocupación por la falta de consenso político para la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Esta mañana, el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha anunciado que va a dimitir de su cargo en la próxima semana.

Un asunto que, según ha dicho Bellido, afecta a Aragón en la renovación de la presidencia de la Audiencia de Teruel y en la plaza de magistrado del turno autonómico de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia. Esta falta de renovación dice Bellido, compromete la imagen de la justicia en la ciudadanía.

“Esta situación, además de afectar al buen funcionamiento del Poder Judicial, transmite una imagen de politización de la Justicia que mina la confianza de los ciudadanos en su independencia. Como señala el informe del Grupo de Estados contra la Corrupción, dependiente del Consejo de Europa: Cuando las estructuras de gobierno del Poder judicial no se perciben como imparciales e independientes, se produce un impacto inmediato y negativo en la confianza del público en la equidad y eficacia del sistema jurídico del país”, ha explicado.