Cartel de la Sonrisa de Mireia
Mireia falleció a los 12 años

Este fin de semana en el Pádel Plaza de Zaragoza cada tanto que se hacía y cada raquetazo que culminaba con una bola en el punto justo tenía un nombre propio: Mireia. O mejor dicho, la sonrisa de Mireia y es que todo aquel que conocía a esta niña zaragozana se quedaba embelesado por su alegría infinita y por su vitalidad. Una alegría que le fue arrebatada por una meníngeo encefalitis tuberculosa que hizo que su vida se paralizase y con ella la de sus padres aquel 26 de septiembre de 2015 cuando, con solo 12 años, Mireia murió. Y por eso, para hacer que esa sonrisa siga brillando desde lo más alto, su padre, Sergio Zorita, ha impulsado un año más el séptimo «Memorial Mireia Una Sonrisa Eterna», un torneo de pádel solidario cuyos beneficios irán destinados a Aspanoa.

Ataviados con sus raquetas, con una gran sonrisa y con una camiseta en la que se dejaba leer «Mireia, una sonrisa eterna», los equipos saltaban a la pista dispuestos a darlo todo con la ilusión de ganar en alguna de las categorías pero con una mayor felicidad al saber que estaban contribuyendo a hacer un poco más felices a los niños de Aspanoa.

Con una afluencia mayor que la de otros años, diferentes equipos de amigos y familiares competían en cada una de las categorías. En la femenina, las bolas iban y venían para conseguir hacerse con el oro o la plata, mientras que en la categoría masculina también había quien podía optar al bronce. También había equipos mixtos que competían entre ellos con el objetivo de subirse al podio y poder llevarse alguno de los premios.

Sin embargo, el mayor premio del Memorial es que se pueda seguir celebrando cada año y que cada año vaya más y más gente dispuesta a mantener la sonrisa de Mireia. «Con este torneo, tanto Mireia como los que la recordamos día a día contribuimos a que otros niños con cáncer sigan sonriendo además mantenemos su legado y su sonrisa eterna», ha reconocido Sergio Zorita, padre de Mireia.

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